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Alvaro Uribe, expresidente de Colombia, un país que vivió durante años convulsionado por los ataques de las FARC, puede que esté acostumbrado a este tipo de violencia. En Argentina no. Ayer, personal de limpieza del teatro Gran Rex, en Buenos Aires, encontraron un bomba en el segundo piso del edificio. El exmandatario colombiano tenía previsto realizar una conferencia con varias personalidades de la política hoy en ese teatro.
Argentina vivió su último atentado con bombas en 1994 en la sede de la AMIA en Buenos Aires. Es poca la experiencia que se tiene en el país en cuanto a seguridad, seguimiento e investigación de grupos comandos. Esto quedó claramente expuesto ayer cuando se descubrió por casualidad la presencia de explosivos en el edificio del teatro Gran Rex, donde además de un expresidente iban a estar presentes otras reconocidas personalidades dentro de mundo de la política.
El explosivo -con poder para provocar muertes y daños materiales graves- estaba programado para que explote hoy a las 16.30 y fue hallado por personal del teatro en el segundo piso. La bomba fue detonada, sin que se produzcan daños, por efectivos de la Brigada Antiexplosivos, que trabajaron junto a una dotación de Bomberos en el teatro ubicado en avenida Corrientes, donde fue interrumpido el tránsito vehicular.
El juez que entiende en la causa, Norberto Oyarbide, afirmó: “Estamos trabajando para averiguar qué manos actuaron acá. Es un aparato simple, pero preparado para provocar muertes de personas cercanas”.
El magistrado expresó que “se trata de un hecho grave, que con la participación de Dios no se operaron las consecuencias”.
