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Las instancias decisivas del Torneo del Interior acaparan tanta atención entre los futboleros, por el carácter “de película” que adoptó la apasionante instancia definitoria. Y el lógico paso de cada austero equipo del interior, que lucha denodadamente por transitar del ostracismo y el anonimato, al reconocimiento y el estatus que otorga un Argentino B, en el caso del duelo que abrirá la serie Mitre, de nuestra capital, vs. Aguilares, lo rodea un clima muy particular.
Y los matices de la interminable trama, con protestas y relatos aberrantes que alcanzaron una notoriedad mediática inimaginada y pujas en los escritorios, convirtieron esta tragicómica novela en una película de ciencia ficción, en la que los vocablos “ácido”, “armas de fuego” y “quemaduras” desplazaron a otros como “cotillón”, “color” y “fiesta”. Y Mitre, nuestro fiel sobreviviente en la competencia, se vio casi sin querer involucrado en este filme, y por efecto indirecto quedarán inevitablemente en la historia, como parte de una de las situaciones más curiosas en la historia del balompié criollo.
Todo comenzó cuando el Consejo Federal aceptó la protesta del rival de Aguilares en cuartos de final, Sportivo Fernández. El denunciante realizó duras acusaciones y puso sobre la mesa de calle Viamonte una fábula que pudo haber envidiado hasta el mismísimo Steven Spielberg. Los parsimoniosos santiagueños de Fernández, a través de su presidente, un tal... Fernández, dijeron haber sido amenazados con armas de fuego, maltratados y hasta quemados con ácido (¡!) en la revancha en Tucumán, la cual perdieron por penales.
El desencadenante de semejante acusación terminó resolviéndose en las oficinas y perjudicando, indirectamente, a nuestro ciclón capitalino, que debió prepararse para enfrentar a un rival incierto a los ponchazos y amoldarse psicológicamente a la inminente posibilidad de viajar a Tucumán con semejantes antecedentes.
Sea ficción o realidad la ya inmortalizada historia del ácido, lo cierto es que Mitre sufrió “de rebote” la postergación del partido y las inclemencias del calendario que no perdona, ya que, de ganar, deberá volver a jugar el próximo domingo por la culminación de su maravilloso sueño.
Como una señal tranquilizadora para los ambiciosos guerreros de Villa Mitre, llegaron las palabras del presi de Aguilares, Carlos González, quien garantizó que “los salteños serán bien recibidos. Incidentes hay en todos lados”. Con lo expresado, se puede interpretar entre líneas que habrá, a lo sumo, un “cascotazo” bien a lo tucumano, pero sin ningún compuesto químico extraño que dañe la piel de los visitantes.
Lo paradójico de toda esta historia es que el Consejo Federal no dio lugar a la protesta de los “Fernández”, pero Aguilares no podrá jugar de local en su cancha el martes ante Mitre y, además, sus revoltosos y temerarios hinchas no podrán decir presente ni acá ni allá. Será realmente curioso ver al puñado de hinchas salteños, solitarios en el sur tucumano, gozando de una virtual localía. La cuestión: adivinar cómo saldrá del estadio el ciclón, en caso de ganar.