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Cuando la derrota ante Patronato de Paraná parecía consumada y faltaban dos minutos para el final, el árbitro Pablo Lunati le dio una luz de esperanza a River cobrando un penal por una supuesta infracción de Boggino sobre Funes Mori. La ilusión millonaria renació de la mano de este fallo que lo dejaba a tiro del empate. Alejandro Domínguez agarró la pelota asumiendo la responsabilidad y ejecutó la pena máxima, pero otra vez chocó con el arquero Bértoli, quien tuvo una tarde soñada, coronada con esa tapada fundamental.
El remate del Chori fue al medio, fuerte, pero Bértoli apenas se inclinó para desviar la pelota y mantener su valla invicta. Una vez finalizado el partido, Domínguez (quedó como capitán tras la salida de Fernando Cavenaghi) se tiró al piso, visiblemente afectado, y rompió en llanto.
Sus compañeros lo levantaron, le dieron ánimo y finalmente el delantero saludó al público riverplatense para meterse rápidamente rumbo a los vestuarios. Minutos más tarde, el exjugador de Quilmes y Valencia, que la semana pasada se había quejado de los insultos de los hinchas, pidió disculpas en su cuenta de Twitter. Escribió: “Les pido perdón a todos los que nos apoyaron hoy”.
El verdugo, hincha de Boca
“Esto es un sueño, una locura, ganarle a River es una cosa de locos”. Las palabras pertenecen a Leonardo Acosta, autor del gol de Patronato y quien luego del partido confesó ser simpatizante del xeneize. “Soy hincha de Boca, pero antes soy futbolista, le deseo lo mejor a River y ojalá asciendan”, expresó.
