inicia sesión o regístrate.
¿Euro o dracma?, esa es la cuestión. En unos comicios que pueden definirse como históricos para el futuro del país por todo lo que hay en juego, y bajo la atenta mirada de la comunidad internacional, en especial de Europa, Grecia vivía ayer en calma la víspera de las cruciales elecciones legislativas de hoy. Es que en esos comicios muchos quieren ver un referéndum sobre la permanencia en la eurozona y en las que son favoritos la conservadora Nueva Democracia, liderada por Antonis Samaras, y la izquierda de Syriza, encabezada por Alexis Tsipras.
Más de 400 representantes de la prensa internacional se han acreditado para cubrir los comicios del pequeño país, de cuyo resultado dependerá en buena medida el futuro de la Unión Europea (UE). “El resultado de las elecciones está en el filo de la navaja”, advierte el jefe del eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
También la canciller alemana, Angela Merkel, envió un mensaje a los griegos. “Hay que acabar con la divisa de que lo que se promete se incumple. Así, Europa no puede seguir funcionando bajo ninguna circunstancia”, consideró. Y es que el principal debate entre los dos favoritos a ganar las elecciones, a los que sus propios sondeos internos auguran un empate técnico, radica en el cumplimiento o no del acuerdo de austeridad pactado con la UE por el anterior Gobierno a cambio de ayuda financiera. Tanto los izquierdistas, que apuestan por una revisión completa, como los conservadores, que piden la modificación de algunos puntos, coinciden en exigir la renegociación de ese acuerdo, una opción que descartan tanto Juncker como Merkel. Pero no solo desde fuera se ven estos comicios como un momento histórico, sino también dentro del país.
Quienes están llamados a tomar esta decisión clave son los 9,9 millones de griegos con derecho a voto, entre los que, según los últimos sondeos conocidos, el 10% aún no ha decidido a qué partido apoyará.
Durante la campaña, Nueva Democracia (ND) se ha atribuido el papel de único garante posible de una permanencia del país en el euro, advirtiendo que Syriza y su estrategia de no cumplir lo pactado con Bruselas provocará la vuelta al dracma, la moneda griega.
Por su parte, la coalición de izquierda criticó lo que considera una campaña para atemorizar a sus votantes por parte de los partidos que tradicionalmente han ostentado el poder, ND y el socialdemócrata Pasok.
Con todo, de confirmarse el reparto de votos que prevén los sondeos, ni izquierdistas ni conservadores tendrán suficiente apoyo para gobernar en solitario y deberán buscar el respaldo de otras formaciones.