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SUELDOS BAJOS Para achicar gastos los salteños eligen comprar en ferias americanas y recortar salidas

Domingo, 01 de julio de 2012 20:07

Magia. Si hubiera un curso en el que enseñen a practicarla, la mayoría de los salteños se inscribiría. Usarían esos conocimientos para lograr que el sueldo les permita solventar los gastos del mes. “¡Hay que hacer maravillas para que la plata alcance!”, dicen.
La inflación, la recesión económica y la precarización del empleo son algunas de las variables que han instalado la incertidumbre y han trazado un camino que, al menos hasta esta primera mitad del año, ilustra una crisis económica que ya ha alcanzado el día a día de la gente.
El Tribuno volvió a los barrios. Esta vez lo hizo para conversar con los vecinos sobre cómo hacen para administrar su sueldo y achicar los gastos. Es que hay servicios y productos de los que no se puede prescindir, pero existe, también, la capacidad de priorizar, hoy obligadamente, y decidir así por dónde empezar el recorte.
Villa Primavera, Parque Belgrano, Villa Mitre, Periodista y La Paz; estos son los cinco barrios en los que se realzaron las encuestas entre los vecinos, cada uno representando las distintas zonas de la ciudad.
A priori, el escenario es difícil. Casi la totalidad de las personas encuestadas señaló que el dinero que perciben en su salario no es suficiente para solventar los gastos de alimentos, servicios, transporte, educación de los chicos, etc.
Para muchos, lejos van quedando los días en los que junto a toda la familia iban a cenar a un restaurante, a disfrutar de un buen espectáculo o, simplemente, a bailar un rato con amigos en algún boliche de la ciudad.
Para gastar menos, dijo casi el 70% de los encuestados, eligen comprar ropa en las ferias americanas. Abandonar la compra de productos de primeras marcas, postergar la adquisición de electrodomésticos y suspender planes de vacaciones aparecen también entre las respuestas de los vecinos, aunque en menor medida.
Pero no es lo uno o lo otro. Para llegar a fin de mes, dicen, hay que achicar gastos por donde se pueda. No alcanza con suspender una actividad ni dejar de comprar ciertos productos. Hacer durar el sueldo, así, es casi como idear una estrategia que parte de una buena administración.
De ahorrar, ni hablar. Esa opción parece haberse extinguido entre las posibilidades de los salteños. El 93% de las personas consultadas dijo no poder hacerlo, pese a que hasta hace unos años lo hacían con cierta constancia y absoluta conducta.
Lidia Soraire, presidenta de la Liga de Amas de Casa, dijo que la situación es crítica y que, ciertamente, todo se ha encarecido tanto que los salarios no alcanzan ni para solventar los gastos de todos los días. “Sin ir más lejos, preparar un almuerzo ya cuesta el doble que hasta hace un tiempo”, dijo Soraire, quien manifestó luego preocupación por la suba del colectivo (desde fin de mes subirá a $0,25), el aumento en las tarifas de los servicios públicos, los taxis, la telefonía móvil, etc. “Los únicos que no aumentan son los salarios. Desde la Liga siempre hablamos de que la pobreza se siente mucho más que antes y, lamentablemente, los grupos familiares numerosos son quienes más la sufren”, dijo, y concluyó: “Buscar precios es una tragedia. Muchas amas de casa optan por ir haciendo las compras de a poco. Se sufre mucho para poder servir una mesa”.
Ir al súper y salir con el changuito lleno forma parte de esos recuerdos que, como ahorrar, ya son como esas postales amarillentas que nos trasladan a otras épocas.

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Magia. Si hubiera un curso en el que enseñen a practicarla, la mayoría de los salteños se inscribiría. Usarían esos conocimientos para lograr que el sueldo les permita solventar los gastos del mes. “¡Hay que hacer maravillas para que la plata alcance!”, dicen.
La inflación, la recesión económica y la precarización del empleo son algunas de las variables que han instalado la incertidumbre y han trazado un camino que, al menos hasta esta primera mitad del año, ilustra una crisis económica que ya ha alcanzado el día a día de la gente.
El Tribuno volvió a los barrios. Esta vez lo hizo para conversar con los vecinos sobre cómo hacen para administrar su sueldo y achicar los gastos. Es que hay servicios y productos de los que no se puede prescindir, pero existe, también, la capacidad de priorizar, hoy obligadamente, y decidir así por dónde empezar el recorte.
Villa Primavera, Parque Belgrano, Villa Mitre, Periodista y La Paz; estos son los cinco barrios en los que se realzaron las encuestas entre los vecinos, cada uno representando las distintas zonas de la ciudad.
A priori, el escenario es difícil. Casi la totalidad de las personas encuestadas señaló que el dinero que perciben en su salario no es suficiente para solventar los gastos de alimentos, servicios, transporte, educación de los chicos, etc.
Para muchos, lejos van quedando los días en los que junto a toda la familia iban a cenar a un restaurante, a disfrutar de un buen espectáculo o, simplemente, a bailar un rato con amigos en algún boliche de la ciudad.
Para gastar menos, dijo casi el 70% de los encuestados, eligen comprar ropa en las ferias americanas. Abandonar la compra de productos de primeras marcas, postergar la adquisición de electrodomésticos y suspender planes de vacaciones aparecen también entre las respuestas de los vecinos, aunque en menor medida.
Pero no es lo uno o lo otro. Para llegar a fin de mes, dicen, hay que achicar gastos por donde se pueda. No alcanza con suspender una actividad ni dejar de comprar ciertos productos. Hacer durar el sueldo, así, es casi como idear una estrategia que parte de una buena administración.
De ahorrar, ni hablar. Esa opción parece haberse extinguido entre las posibilidades de los salteños. El 93% de las personas consultadas dijo no poder hacerlo, pese a que hasta hace unos años lo hacían con cierta constancia y absoluta conducta.
Lidia Soraire, presidenta de la Liga de Amas de Casa, dijo que la situación es crítica y que, ciertamente, todo se ha encarecido tanto que los salarios no alcanzan ni para solventar los gastos de todos los días. “Sin ir más lejos, preparar un almuerzo ya cuesta el doble que hasta hace un tiempo”, dijo Soraire, quien manifestó luego preocupación por la suba del colectivo (desde fin de mes subirá a $0,25), el aumento en las tarifas de los servicios públicos, los taxis, la telefonía móvil, etc. “Los únicos que no aumentan son los salarios. Desde la Liga siempre hablamos de que la pobreza se siente mucho más que antes y, lamentablemente, los grupos familiares numerosos son quienes más la sufren”, dijo, y concluyó: “Buscar precios es una tragedia. Muchas amas de casa optan por ir haciendo las compras de a poco. Se sufre mucho para poder servir una mesa”.
Ir al súper y salir con el changuito lleno forma parte de esos recuerdos que, como ahorrar, ya son como esas postales amarillentas que nos trasladan a otras épocas.

Políticas erradas

Hace unos días, durante una reunión que se realizó en nuestra provincia entre productores del campo de la región, el analista político Rosendo Fraga habló sobre la situación de crisis que atraviesa el país.
“La historia nos dice que la Argentina desde hace más o menos 10 años vive una crisis en torno del dólar”, sostuvo. Dijo además que no es tan difícil afrontar esta crisis pero que, para hacerlo, debe haber decisiones políticas que acompañen y que es poco probable que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo haga. “No estamos frente a un problema políticamente sin solución. Hay soluciones posibles, pero no son probables”, remató.

Shoppings alternativos...

El fenómeno de las ferias americanas ya tiene larga data en “La Linda”. Es que en Salta hace al menos una década que se han instalado. Y cada vez hay más. La posibilidad de adquirir prendas de marca y a precios accesibles sedujo a muchos salteños que, prácticamente, ya no compran en los comercios tradicionales. Así lo refleja la encuesta realizada por este matutino. Muchos salteños optan por comprar ropa en estos lugares. Es que de un tiempo a esta parte el “boom” de las ferias ha hecho que se instalen en muchos barrios y hasta en los distintos municipios y pueblos de Salta.
Por estos días se busca que los feriantes regularicen su situación y cumplan con ciertas normas estipuladas bajo la ley 7700, aplicada por la Municipalidad y el Gobierno provincial. Por eso, muchos de estos comerciantes, que estaban en Santa Cecilia, se reubicaron en marzo en predios privados. La más grande está instalada en el barrio Morosini, por ejemplo.
Aún quedan muchas ferias funcionando de manera ilegal. Por ahora, sin embargo, parece muy difícil que todas terminen por adecuarse a la ley.
 

Villa Primavera
Gastar menos, a como dé lugar

“¡La plata ya no alcanza para nada!”, dicen muchos de los vecinos de Villa Primavera. La totalidad de los encuestados asegura que debe rebuscárselas para llegar a fin de mes. Casi la mitad de las personas consultadas sostiene que lo primero que recorta son las salidas. Ir a cenar a un restaurante, al cine o a ver algún espectáculo parece que es ahora cosa de pocos. Las actividades recreativas, en Villa Primavera, son lo primero que los vecinos resignan en pos de destinar el dinero que le hubiera significado pagar una entrada o una cena, en algo que consideran que reviste mayor importancia, según su orden de prioridades. En segundo lugar los vecinos optan por no comprar más ropa en las tiendas del shopping y del centro. Ahora prefieren las ferias americanas, donde la relación entre calidad y precio, dicen, conviene mucho más. “Es mucho más barato y la ropa es más linda”, dijo una señora.
“¿Qué otras restricciones aplica en su casa”, preguntó El Tribuno. El 25% de los encuestados dijo que ha optado por prescindir de algunos servicios, principalmente el celular y la televisión por cable. El 50% dijo que no ha aplicado ninguna otra restricción en su hogar, pero que igualmente trata de medirse en los gastos. El resto dijo que trata de usar menos el teléfono u otros servicios públicos.
¿Ahorrar? Imposible. Solo una de las personas encuestadas dijo que ahorra, el resto sostuvo que hoy, hacerlo, es impensable.

Villa Mitre
Salidas recreativas, para unos pocos

En Villa Mitre, también, lo primero que los vecinos optan por reducir son las salidas. “Ir al cine o a comer se ha vuelto carísimo. Si encima uno tiene una familia numerosa es imposible y no queda otra que quedarse en casa”, dijo una señora. En segundo lugar vuelven a aparecer las ferias americanas. Comprar la ropa para toda la familia, en estos lugares, redunda en un abaratamiento del dinero destinado a la indumentaria, que también ha sufrido grandes incrementos a causa de la inflación.
“Hay que tratar de ir achicando gastos por donde se pueda. Uno a veces no se da cuenta y compra cosas innecesarias o deja una luz prendida todo el día. Son pequeñas cosas en las que se puede empezar a economizar”, dijo una mujer.
Otra de las medidas que aplican en el hogar es suspender servicios de telefonía móvil, e incluso el fijo, internet o el de televisión por cable. Algunas personas encuestadas señalaron que hasta han dejado de darles dinero a los chicos para ir a la escuela. En cambio, compran mercadería en comercios mayoristas y todos los días les dan algo para que lleven y se alimenten durante la jornada escolar. La capacidad de ahorrar es un privilegio que tienen pocas personas. Casi el 75% de los encuestados manifestó que no le queda margen para ahorrar. El resto dice que lo hace, pero muy lentamente, porque ese margen es realmente muy acotado.

Parque Belgrano
El recuerdo nostálgico del ahorro

En vistas de que el sueldo no alcanza, los vecinos de Parque Belgrano sostienen que hay muchas formas de reducir gastos y que, en este contexto, deben tratar de aplicarlas a todas, casi simultáneamente.  
La feria americana cobra fuerza cuando de achicar gastos se trata. La gente no deja de comprar ropa, pero lo hace allí, donde los precios son bastante más accesibles que en otros comercios más “tradicionales”, si se quiere. “Es una gran cosa la feria. Realmente te saca de apuro cuando hay que comprar cosas que en otros lugares son muy caras como ropa de abrigo”, dijeron.
En sus hogares las medidas para gastar un poco menos son controlarse en el uso de los servicios, principalmente del teléfono fijo (en algunos casos prescindieron de éste) y de la luz. Otros, en cambio, prefieren dejar de contar con el servicio de televisión por cable, pero no con el servicio de internet, por ejemplo, en tanto que consideran que es una importante herramienta de estudio y de entretenimiento para los chicos.
Los vecinos de Parque Belgrano hablan con nostalgia de las épocas en las que se podía ahorrar. “Yo solía ahorrar bastante, así pude comprar mi casa. Ahora ya no se puede... ¡Con lo caro que está todo!”. Solo una persona dijo que aún tiene la posibilidad de hacerlo. El resto dice que hoy prácticamente se vive con lo justo y que por eso es casi una utopía pensar en vacaciones o en hacer actividades dirigidas a aprovechar el tiempo libre.

Barrio El Periodista
El freno en las obras de construcción

Recortar, recortar, recortar... por donde se pueda. La feria americana y las salidas parecen ser las opciones de ajuste preferidas por los vecinos de toda la ciudad. También coincidieron con esto los del barrio Periodista.
El 50% de los encuestados admitió que hace bastante tiempo que ha dejado de comprar ropa en los negocios del shopping o del centro de la ciudad. Las ferias americanas, cada vez más populares, han captado como clientes a ese alto porcentaje de vecinos de este barrio de la zona sur.
En lo que refiere al hogar, casi la mitad de las personas dice que no ha restringido gastos. En algunos casos señalaron que han debido paralizar obras de construcción porque los precios de los materiales se han encarecido notablemente, pero aseguran que han optado por no prescindir de ningún servicio. Los que sí lo hicieron, casi el 30% de las personas consultadas, dijeron que han resignado la televisión por cable, en tanto que ya hay varios canales de aire que les permiten continuar con el hábito de mirar televisión a diario. Otra mujer comentó que decidió prescindir del servicio de seguridad monitoreada.
“La posibilidad de ahorrar se ha perdido. Es muy triste eso porque no sabemos si podremos dejarles algo a nuestros hijos”, dijo un vecino. Ninguna de las personas consultadas dijo que puede ahorrar. Por el contrario, todos se lamentaron por no poder hacerlo más.

Barrio La Paz
Trabajar para comer en el día

Apenas termina de enunciarse la pregunta: “¿Cómo hace para que el sueldo le alcance?”, echan a reír y contestan: “¡Magia! ¡Es que no alcanza para nada!”.
Muchos de los vecinos encuestados manifiesta que hoy en día se trabaja para el día. “Trabajo hoy para comer hoy. Así está la cosa...”. Hacen changas y juntan lo que se puede para pagar los más elementales servicios públicos y comprar la mercadería necesaria para cocinar cada día.
En La Paz, cerca del 70% de las personas con las que se dialogó dijeron que son asiduos compradores de la feria americana. “Cuando tengo que comprar algo para los chicos o para mí y mi marido lo hago ahí. Hace mucho tiempo que no compramos en otro lado, aunque ahora se están avivando un poco con los precios”, dijo una mujer del barrio. En segundo lugar, dicen que han postergado para más adelante la compra de electrodomésticos.
Suspender el servicio de telefonía móvil es otra de las medidas que los vecinos de La Paz han implementado para gastar menos. En algunos casos dicen que tienen celulares prepagos que muy pocas veces cargan. Pagar un abono, dicen, no entra en sus posibilidades.
¿Margen de dinero para ahorrar? Nada. “Nunca ahorré mucho, pero antes podíamos darnos algunos gustitos extras, comprarnos algo no previsto. Ahora ni eso”, expresaron.


 

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