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La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, denunció hoy, jueves, a Sergio Schoklender por una serie de “amenazas” que dijo haber recibido luego de que el exapoderado de la Fundación quedara en libertad en la causa por supuesto desvío de fondos públicos. Ante la denuncia, el fiscalCarlos Stornelli aconsejó a la Justicia disponer las medidas solicitadas en la denuncia que presentó Bonafini.
“Desde que el imputado obtuviera el beneficio de la excarcelación y recuperara su libertad, vengo recibiendo llamadas telefónicas en mi teléfono celular y/o en el teléfono de línea directa de mi oficina en la Asociación, donde se escuchan risas, zumbidos, extraños ruidos, y una voz poco audible que repetía algo como: ‘Ya estoy en libertad y no descansarán’”, expresó Bonafini.
Según señaló en la denuncia, que quedó a cargo de la jueza federal María Servini de Cubría, los llamados fueron recibidos siempre luego de las 18, cuando de la Asociación se retira el
personal y su costumbre de atender el teléfono “transcurrida esa hora, es conocida por los otrora allegados y obviamente por el imputado”.
Tras la denuncia, el fiscal federal Carlos Stornelli se pronunció por impulsar una investigación y dictaminó ante el juez federal Ariel Lijo -quien reemplaza por licencia a Servini de Cubría- que haga lugar al pedido de Bonafini de prohibirle a Schoklender acercarse a menos de 500 metros de la Fundación.
Las fuentes explicaron que Lijo convocó además para este viernes a los abogados Eduardo Barcesat y Antonio Rojas Salinas para tener más detalles de la denuncia.
Bonafini dijo que ese obrar es de un “trastornado” y que “se direcciona hacia el aquí imputado” ya que -según señaló- Schoklender “ha sido visto deambulando frente al a sede de la
Asociación, observando desafiante al interior”.
En ese sentido, señaló que Schoklender estuvo el martes y miércoles pasados en un bar cercano a la Asociación, y con elevada voz preguntó a los presentes si sabían de algún departamento en alquiler por la zona.
“La cercanía sin justificación del siniestro personaje despierta en las integrantes de la Asociación angustia, ansiedad, inseguridad y temor”, sostuvo la titular de Madres, que denunció
que Schoklender tiende a provocar en libertad “desánimo, para diluir y de ser posible lograr el abandono de la persecución penal” que se ha iniciado en su contra.
“Téngase presente que todas somos mayores de 80 años, y el conocimiento de los rasgos psicopático, perverso, sin frenos inhibitorios del imputado, potencia nuestra sensibilidad y
exacerba nuestra angustia e inseguridad”, agregó.
Como medida, Bonafini pidió por medio de sus abogados Barcesat y Rojas Salinas que se imponga a Schoklender la prohibición de acercarse a la Fundación a una distancia menor a
los 500 metros.
Según indicó el abogado Barcesat, la denuncia debería ser investigada por el juez federal Norberto Oyarbide, pero “cumpliendo los trámites se ha hecho el sorteo habiéndole
correspondido al Juzgado Federal N° 1, a cargo de Servini de Cubría, que tendrá que resolver si es una causa independiente o si es conexa a los hechos que se investigan desde hace más de un año y medio”.
“Probablemente se pida además una pericia psiquiátrica respecto de la conducta y de la patología de obrar que expresa la conducta de Sergio Schoklender, y suponemos que en un tiempo razonable y prudente, por la urgencia del caso, se adoptarán medidas para evitar la repetición de este hecho o que tengan que trabajar las Madres o los empleados bajo una situación de intimidación proveniente de la presencia de aquel”, expresó el letrado.
Schoklender, que fue liberado el pasado 6 de julio, está sindicado como “jefe” de una asociación ilícita que desvió millones de pesos que recibió la Fundación Madres de Plaza de Mayo de parte del Estado Nacional en el marco del programa Sueños Compartidos para la construcción de viviendas sociales.