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Martínez y Rodríguez refirieron que para ellos fue muy fuerte ver las imágenes de las torturas. “La verdad es que no sé cómo hicimos para soportar lo que nos hicieron”, dijo el primero. En relación con los policías imputados aseguró que los conoce a todos, incluso al agente Roberto Augusto Barrionuevo, sindicado como el autor de la filmación de las torturas, cuyas imágenes recorrieron el mundo. “Ese policía (que niega terminantemente haber estado en el lugar), sí estaba ese día”, aseguró. Ambos fueron coincidentes al señalar que no denunciaron los hechos porque estaban amenazados. “Tuve que callarme para evitar que me volvieran a torturar”, sentenció Martínez. El joven reconoció haber participado de hechos delictivos, pero aclaró que no tiene nada que ver con la violación de una niña en Gemes: “Esto me perjudica, porque volví a la escuela, quiero superarme y no que mis compañeros me miren mal”.
Pablo Alavila, secretario de Derechos Humanos, explicó que convocó a los muchachos para ratificarles la voluntad del Gobierno de brindarles todo el apoyo que necesitan. “Les dije que tenían a disposición el servicio de atención psicológica y el equipo de asesores jurídicos para que los acompañen en el proceso judicial que se abrió en torno de este hecho”, señaló el funcionario. Alavila apuntó que más allá de que el juez Farah no acepte al Estado como querellante, el organismo va a colaborar en todo para que la Justicia llegue a la verdad de los hechos.