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La inseguridad, según todas las encuestas, es la principal preocupación ciudadana. Y mucho más en Buenos Aires. En las últimas horas, la provincia volvió a convertirse en el escenario de una serie de graves crímenes. Dos hermanos fueron acribillados en su negocio en la localidad bonaerense de Cañuelas, una mujer embarazada recibió un balazo cuando ingresaba a su casa junto a su esposo en Castelar, y el cónsul de Jamaica, junto a su familia, fue golpeado y asaltado en su casa de San Isidro. En ninguno de los casos, la Policía logró detener a los culpables.
Frente a estas situaciones de violencia, fueron los vecinos de Cañuelas quienes salieron ayer decididos a reclamar soluciones. La noche del domingo, unas 3 mil personas se manifestaron en la comisaría reclamando justicia. Los efectivos cerraron las puertas del edificio y esperaron en silencio. Ayer, en las primeras horas de la mañana, Cañuelas amaneció envuelta en el dolor por tener que despedir a los hermanos Leonardo y Marcelo Massa, de 36 y 38 años, asesinados a tiros en su negocio. Entonces, los vecinos decidieron tomar la Municipalidad. Sin destrozos, haciendo palmas y con carteles reclamando una respuesta, entraron en el edificio. Allí exigieron la renuncia de la intendenta Marisa Fassi.
Con el paso de las horas, la tranquilidad fue dando paso a la bronca, lo que obligó al gobernador Daniel Scioli a enviar a la zona al ministro de Seguridad, Ricardo Casal, y al jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. Los funcionarios, junto a la intendenta, se reunieron con el hijo de una de las víctimas y le aseguraron que los crímenes no quedarán impunes. Casal aclaró que la responsable por la seguridad no es Fassi sino la Provincia. “No nos vamos a ir hasta que esto no esté aclarado. Hay hipótesis muy concretas”, expresó. El ministro de Seguridad bonaerense detalló que se realizaron ocho allanamientos por el caso, y que existen sospechas sobre un hombre que habría participado en un hecho de inseguridad ocurrido seis años atrás, en el que ya había sido baleado uno de los comerciantes asesinados el domingo.
En San Isidro, Enrique Banuchi, cónsul de Jamaica, vivió momentos de terror cuando el domingo fue, también, víctima de un asalto. Al menos cuatro delincuentes, lo obligaron a ingresar a la vivienda, lo golpearon, amenazaron a sus hijos y se fueron sin ser detenidos, con dos computadoras personales, joyas y al menos una suma de 4.000 pesos.
El atracó ocurrió en la residencia consular en La Horqueta.
En Castelar, Geraldine Benítez, de 27 años, recibió un balazo en una pierna al ser atacada por delincuentes que intentaron robarle el auto en la puerta de su casa. La suerte estuvo de su lado, desde el hospital de Morón confirmaron que ella y el bebé están fuera de peligro.