La pirotecnia se hizo escuchar en el Día de la Independencia. Mientras que Moyano disparó ayer contra la administración K, al acusar un “golpe de Estado encubierto” al gobernador Daniel Scioli, el ultrakirchnerista Carlos Kunkel insistió en que el mandatario bonaerense cometió “un error” al anticipar su aspiración presidencial para 2015.
En medio del fuego cruzado también entró el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien criticó a ambos mandatarios al señalar que la pelea política entre Nación y Provincia solo agudiza los problemas como la inseguridad y la inflación.
De todos modos, mientras la presidenta de la Nación Cristina de Kirchner llamaba desde Tucumán a la “unidad”, el gobernador Daniel Scioli entregaba patrulleros e inauguraba unidades sanitarias.
Lo cierto es que el ataque más agresivo vino de parte del titular de la central obrera, Hugo Moyano, quien utilizó como blanco el envío de fondos de la Nación para el pago de salarios y aguinaldos.
“Para mí es un golpe de Estado encubierto, y me hago cargo de lo que digo; todo el mundo sabe que la provincia de Buenos Aires es inviable desde hace años”, señaló Moyano.
“Al no ayudar a pagar los sueldos, es evidente que están buscando el fracaso del gobernador”, resaltó.
Pero también especuló con que la intención es que asuma en la provincia el vicegobernador Gabriel Mariotto y en ese caso “mandarle todos los fondos”.
Moyano también dejó un espacio para responderle al senador Aníbal Fernández, quien habló de un intento de desestabilización, a raíz de las recientes protestas cegetistas.
“Tantas boludeces dice Aníbal Fernández, que ya no puede sorprender a nadie”, respondió.
“Decir que un derecho fijado por la Constitución (el de huelga) es un golpe de Estado es el gorilismo y antiperonismo más grande que puede haber”, concluyó el gremialista.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, advirtió que los “problemas como la inseguridad y la inflación continuarán golpeando si no revierten” la confrontación entre Nación y Provincia.
El mandatario porteño dijo que en su reciente gira por Singapur dialogó con empresarios “deseosos por invertir”, pero que descartan hacerlo en Argentina porque -según expresó- le manifestaron que el país “no se ponen de acuerdo ni siquiera” los principales referentes del partido gobernante.
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La pirotecnia se hizo escuchar en el Día de la Independencia. Mientras que Moyano disparó ayer contra la administración K, al acusar un “golpe de Estado encubierto” al gobernador Daniel Scioli, el ultrakirchnerista Carlos Kunkel insistió en que el mandatario bonaerense cometió “un error” al anticipar su aspiración presidencial para 2015.
En medio del fuego cruzado también entró el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien criticó a ambos mandatarios al señalar que la pelea política entre Nación y Provincia solo agudiza los problemas como la inseguridad y la inflación.
De todos modos, mientras la presidenta de la Nación Cristina de Kirchner llamaba desde Tucumán a la “unidad”, el gobernador Daniel Scioli entregaba patrulleros e inauguraba unidades sanitarias.
Lo cierto es que el ataque más agresivo vino de parte del titular de la central obrera, Hugo Moyano, quien utilizó como blanco el envío de fondos de la Nación para el pago de salarios y aguinaldos.
“Para mí es un golpe de Estado encubierto, y me hago cargo de lo que digo; todo el mundo sabe que la provincia de Buenos Aires es inviable desde hace años”, señaló Moyano.
“Al no ayudar a pagar los sueldos, es evidente que están buscando el fracaso del gobernador”, resaltó.
Pero también especuló con que la intención es que asuma en la provincia el vicegobernador Gabriel Mariotto y en ese caso “mandarle todos los fondos”.
Moyano también dejó un espacio para responderle al senador Aníbal Fernández, quien habló de un intento de desestabilización, a raíz de las recientes protestas cegetistas.
“Tantas boludeces dice Aníbal Fernández, que ya no puede sorprender a nadie”, respondió.
“Decir que un derecho fijado por la Constitución (el de huelga) es un golpe de Estado es el gorilismo y antiperonismo más grande que puede haber”, concluyó el gremialista.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, advirtió que los “problemas como la inseguridad y la inflación continuarán golpeando si no revierten” la confrontación entre Nación y Provincia.
El mandatario porteño dijo que en su reciente gira por Singapur dialogó con empresarios “deseosos por invertir”, pero que descartan hacerlo en Argentina porque -según expresó- le manifestaron que el país “no se ponen de acuerdo ni siquiera” los principales referentes del partido gobernante.