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Un tribunal estadounidense de Portland (Oregón, noroeste) juzgó que el Vaticano no era el empleador de un sacerdote que cometió agresiones sexuales y, por tanto, no puede ser considerada responsable, afirmó el martes el abogado de la víctima. El abogado Jeff Anderson declaró que apelará la sentencia pronunciada el lunes y que tenía ‘confianza de que la decisión fuese anulada‘ en este caso, en el que se culpa directamente por primera vez al Vaticano de los abusos sexuales de sus sacerdotes. El juez de Portland, Michael Mosman, sentenció que el Vaticano no era el empleador del sacerdote Andrew Ronan, actualmente muerto y acusado de violaciones en los años 1960 por el demandante, que permanece en el anonimato. El demandante alega que mientras era adolescente, el sacerdote lo violó repetidas veces -abuso que según dijo se prolongó durante una década- y que la Iglesia católica tiene la responsabilidad última por esos crímenes. El juez estimó que no hay ‘suficientes pruebas para decidir‘ si el Vaticano ejercía un control directo y operacional sobre los sacerdotes en Estados Unidos, según dijo Anderson. ‘Los responsables católicos quieren tener el pastel y comerlo a la vez, algunas veces admiten que la Iglesia es una institución rígida y jerarquizada y otras veces afirman que es un órgano descentralizado‘, afirmó por su parte en un comunicado la organización SNAP (Survivors Network of those Abused by Priests), que defiende a las víctimas de abusos sexuales de sacerdotes. ‘La verdad es que el Vaticano supervisa a la Iglesia en todo el mundo, insistiendo en el secreto en los casos de abusos sexual de niños y deteniendo o retrasando la expulsión de sacerdotes pedófilos‘, continuó el comunicado.