“Una piel bronceada es lo último en el mundo del refinado y moderno lujo”, sentencian Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que de esto, saben mucho porque adoran los atardeceres mediterráneos, los tonos ocres que destila un momento tan mágico en la isla de Sicilia y la sensualidad que brota del cuerpo de una europea suavemente tocada por el sol.
inicia sesión o regístrate.
“Una piel bronceada es lo último en el mundo del refinado y moderno lujo”, sentencian Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que de esto, saben mucho porque adoran los atardeceres mediterráneos, los tonos ocres que destila un momento tan mágico en la isla de Sicilia y la sensualidad que brota del cuerpo de una europea suavemente tocada por el sol.
Pero bajando a nuestra realidad, donde de mantenerse el cepo cambiario, va a estar complicado irse a Iquique aunque sea, lo mismo tomaremos sol donde tengamos posibilidades llámase una pileta en Cerrillos, Campo Quijano, el balneario de Cafayate, Cachi o para soñar un poco más, podremos llegar a las sierras de Córdoba o si decidimos tirar la casa por la ventana, nos podremos ir a la costa argentina, tal vez más cara que el Mediterráneo. Sin embargo de lo que se trata es de gozar de un bronceado sutil. El sol tomado en su justa medida resta años, borra los signos de cansancio y estrés y provoca esa agradable sensación de verse bella aún con la “cara lavada”.
Para lograrlo, o bien se disfruta de días de sol y playa (o el patio de la casa), o bien se hace buen uso de unos polvos de sol, o las dos cosas.
Por eso aquí veremos los 20 polvos bronceadores más adecuados –explorados en diferentes versiones pero con una única vocación: regalar un resultado natural–. Te adelantamos su manual de uso.
Los maquilladores lo resumen así: “Aplicar el color gradualmente, comenzando en las sienes, el mentón y los pómulos, extendiéndolo hacia el centro del rostro con una brocha grande”. Y añade: “Es el gesto más sencillo si no se aplica por un profesional”. Y es que la clave está en extender estos polvos sólo en las zonas donde el sol broncearía. A saber: mejillas, frente, barbilla y nariz. Y, si se prefiere, cumplir las palabras de otra veterana como Bobbi Brown y aplicar un comedido toque de blush rosado encima de los polvos bronceadores “para un aire aún más saludable e infantil”. Comenzaremos a probarlo en primavera para no llegar desteñidas al verano.