Un ataque con explosivos, que el gobierno colombiano atribuyó a las FARC, obligó ayer a la petrolera colombiana Ecopetrol a suspender el bombeo de crudo en una extensa zona del sur del país.
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Un ataque con explosivos, que el gobierno colombiano atribuyó a las FARC, obligó ayer a la petrolera colombiana Ecopetrol a suspender el bombeo de crudo en una extensa zona del sur del país.
El atentado es el tercero en lo que va de agosto y fue cometido en un sector rural del municipio de Puerres, en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
Según el alcalde de Puerres, Oscar Hurtado, la activación de la bomba contra el oleoducto se produjo entre los caseríos de Loma Redonda y La Esperanza, según informaron la agencia DPA y el diario bogotano El Tiempo.
Las primeras evaluaciones de Ecopetrol indican que el derrame de petróleo no ocasionó serios daños ambientales, como en otras ocasiones en que el crudo acabó en ríos y quebradas de zonas aledañas.
Las autoridades civiles y militares de Nariño acusan a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de haber cometido este mes tres atentados contra el oleoducto Trasandino, que tiene poco más de 300 kilómetros y transporta petróleo desde Ecuador hasta el puerto colombiano de Tumaco, en el océano Pacífico.
Los cerca de 170.000 habitantes de Tumaco soportan desde hace dos semanas problemas por cortes del servicio de electricidad a raíz de varios atentados contra torres de interconexión de energía, también atribuidos a las FARC.
El gobierno informó que recién ayer pudo restablecer el servicio de energía eléctrica en Tumaco, luego de que fueran reinstaladas las torres saboteadas por las FARC.
Pero los guerrileros golpearon ayer de nuevo, esta vez en un oleoducto que obligó a suspender operaciones.