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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó en Georgetown, que “uno de los problemas más grandes” en la actual crisis económica internacional “es que no se les cae una nueva idea, y si la hay es que no se la quiere ver, porque no se quieren perjudicar ciertos intereses”.
La jefa de Estado argentino expuso brevemente sobre el derrotero histórico de la historia argentina, trazó paralelismos con la historia norteamericana, y luego respondió preguntas de los más de 200 asistentes presentes, muchos de ellos estudiantes de la casa de altos estudios.
Ante otra de las preguntas de alumnos, la Presidenta negó “animosidad contra el Fondo Monetario Internacional, sino una visión crítica“, aunque consideró que “hay contra la Argentina una suerte de ensañamiento por parte del FMI porque es el mal alumno, un mal ejemplo”.
Al concluir, Cristina llamó a tener “una percepción más amplia del mundo”, y que se debe “aceptar que hay gente que quiere vivir de otra manera“, en alusión al mundo islámico, ya que “es clave para entender el mundo actual y vivir en un mundo más seguro”.
Acompañaron a la titular del Ejecutivo nacional el canciller Héctor Timerman, el embajador argentino en Washington, Jorge Argello; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro; el presidente de la Corporación América, Eduardo Eurnekian; y el titular del centro de estudios latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, Erick Langer.
En el ingreso al salón, la comitiva argentina daba a los estudiantes el cuadernillo sobre Malvinas elaborado por la Cancillería, en versión inglés y español, titulado “La cuestión Malvinas. Una historia de colonialismo. Una causa de las Naciones Unida”.