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?Salta es conservadora en su estructura económica y social?

Sabado, 29 de septiembre de 2012 19:03
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“El gobernador Urtubey no interpretó ninguna medidas del Gobierno nacional. Oscila según qué es conveniente”.

El Indec dijo que hay un 10% de pobreza y 3% de indigencia. Ellos gastan para comer por día $6. A eso aludió.

Diego Saravia se desempeña como docente e investigador de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Salta (UNsa), desde hace muchos años. Pero también, a lo largo de sus 47 años, tuvo participación activa en la política local. Fue secretario de Medio Ambiente de la ciudad de Salta (1999-2001), concejal en dos períodos (1995-1997 y 2007-2009) y presidente del Partido Frente Grande (formado por Carlos “Chacho” Alvarez y Graciela Fernández Meijide, entre otros, en 1993).

Es férreo defensor del kirchnerismo, y apoyó las candidaturas de Urtubey en 2007 y 2011, aunque hoy declara no sentirse identificado con las políticas -que califica “de tinte conservador”- de Urtubey.

Pasaron 30 años desde que se reinstauró la democracia en Argentina ¿Cómo observa el nivel de solidez de nuestras instituciones?

Hemos avanzado mucho durante estos años. El proceso que vive el país refleja que las discusiones políticas se dan dentro del ámbito político y hoy nadie piensa en golpearle la puerta a los cuarteles. Los que no están a favor del Gobierno nacional pueden salir a la calle, votar por quienes ellos quieran, etc.

Desde el 2001 hasta hoy, ¿qué entendieron los políticos y que no?

Todavía estamos en ese proceso en el que los partidos políticos se están constituyendo. Al final de este proceso van a quedar dos grandes partidos, uno de centro izquierda y otro de centro derecha. Los partidos no están sólidos aún y no logran responder a las demandas de los ciudadanos. No hay una oposición seria, por ejemplo.

¿Cómo ve hoy la relación entre la sociedad y el político?

Esta relación se está reconstruyendo desde el 2001 hasta hoy. La gente sale a la calle para decir que vuelvan todos porque quiere alternativas políticas y no que se vayan todos.

Los últimos cacerolazos ¿qué es lo que reflejaron para usted? ¿Qué interpreta de esa demanda que hizo una parte de la sociedad?

Una demanda a la oposición, eso es lo que reflejaron. Le pedían a la oposición que los represente. Las demandas de seguridad me parecen una de las más reales, no así las críticas por la supuesta reelección de Cristina Kirchner porque eso está en el imaginario, no entiendo por qué marchar por eso.

¿Qué nivel de sintonía fina hay entre las políticas que lleva adelante el Gobierno nacional y las de la Provincia?

Ninguna. El gobernador Urtubey no interpretó ninguna de las medidas del Gobierno nacional. Siempre osciló, según qué era lo que le convenía. En las escuelas salteñas, por ejemplo, todavía no hay educación sexual. Por esto, insisto que el desafío del kirchnerismo en Salta es organizarse para que se conforme una nueva alternativa ya que no existe hasta hoy. Urtubey no apoyó al Gobierno en los momentos más difíciles. Cuando las cosas van bien él está, cuando van mal, claramente no.

Pero usted lo acompañó en dos elecciones a Urtubey...

Sí, pero ocurrió que no cumplió con lo que dijo y excluyó a los que lo apoyamos en las elecciones y gobernó con los de antes.

Usted es kirchnerista desde hace varios años. Hoy, ¿sigue apoyando el modelo? ¿Qué es lo que le criticaría?

Sí apoyo a este Gobierno, pero critico el desarrollo de la minería en este país. Considero que no se llevan adelante los controles adecuados y necesarios para garantizar el cuidado.

El Indec, tiempo atrás, llegó a ser uno de los organismos estadísticos más importantes de Latinoamérica. Hoy ¿cómo lo observa?

Lo que sucede con los índices del Indec es una necesidad concreta de bajar la deuda externa. Hay crecimiento de precios, fundamentalmente en el valor de los alimentos. La inflación está presente en todo proceso de crecimiento.

¿O sea que para usted sí se puede comer con $6?

El Indec dijo que hay un 10% de pobreza y 3% de indigencia. Ellos gastan para comer por día, $6. A eso aludía el Instituto.

¿Dónde se para usted, si el Indec dice que la pobreza no supera el 10% y los estudios privados indican que supera el 21%?

Hay que ponerse a analizar bien los números. La pobreza bajó y hay políticas que indican que esa baja fue real. Hay más empleo que antes y la gente mejoró su situación económica. Igualmente falta mucho.

Desde su mirada cercana al Gobierno nacional, ¿por qué a todos los ciudadanos que no son kirchneristas, desde el mismo oficialismo son automáticamente calificados como cipayos, oligarcas y de ultraderecha? ¿Por qué no ser oficialista significaría esto?

No necesariamente. No es un insulto ser de derecha y eso hay que asumirlo. No tienen por qué ser cipayos. Hay que debatir con respeto en política.

Claro, pero hoy el debate no es nada respetuoso, por ahí pasa el tema ¿Le parece que eso refleja una gran inmadurez política?

No hay un alto nivel de debate político. A nivel nacional no hay debates profundos por parte de los dirigentes. Es necesario que haya un debate serio, organizado. Los dirigentes no debaten en los términos que corresponden.

Por ejemplo, Cristina discutiendo con un opositor ¿reflejaría madurez política?

Sin dudas. No solo Cristina, sino cabe eso a todos los dirigentes. Más allá del debate, tampoco hay mecanismos de participación. Uno va a un partido político y no encuentra muchas oportunidades para participar.

“A mí me parece positivo que la Cámpora vaya a las escuelas, como también que lo hagan otros partidos”.

“Urtubey no tiene la capacidad para resolver problemas fundamentales de la provincia”.

¿Está de acuerdo con que los adolescentes voten?

Me parece bien. Cleopatra a los 15 años dirigió Egipto.

¿O sea que considera que tienen la madurez suficiente para hacerlo?

Sí, y si no la tienen la adquirirán. Para eso es importante que haya centros de estudiantes en las escuelas. Con el voto joven se va a lograr que los jóvenes puedan participar en la política; que se interesen por las cuestiones públicas.

¿No considera que hay muchos adolescentes a los que primero habría que garantizarles el acceso a la educación, a la salud y sobre todo a la alimentación?

Yo creo que a largo plazo es algo positivo. No creo que los dos millones de potenciales electores voten al Gobierno. Lo importante es que un chico va a tener la oportunidad de hacerlo y va a poder discutir en la escuela sobre el tema con sus compañeros. Me parece positivo que la Cámpora vaya a las escuelas, y que también lo hagan otros partidos.

Ocurre que hay mucha gente que lo rechaza porque la educación es una cuestión sumamente importante y no quiere que sus hijos sean adoctrinados, hasta que adquieran la madurez suficiente para elegir a que partido pertenecer...

Es importante que los chicos tengan participación en los tema de la escuela. Es necesario que hayan centros de estudiantes.

Cambiando de tema y observando la situación de la provincia. ¿Considera que hubo crecimiento y desarrollo los últimos años?

Ninguno de los dos, menos aún, desarrollo. Salta sigue siendo exportadora de recursos naturales: petróleo y soja. No hay desarrollo porque no hay producción, ni tampoco industrias. Salta sigue siendo una provincia conservadora en su estructura económica y social.

¿Se instrumentan políticas económicas con tinte social?

No, no hay políticas de economía social, por eso la pobreza que tenemos en Salta es estructural. El Gobierno provincial no piensa en desarrollar la economía solidaria a través de microemprendimientos coordinados.

Un serio problema hoy es el déficit habitacional. Cada vez aparecen más asentamientos. Usted propuso que Edesa y Aguas del Norte financien los servicios al usuario a 30 años...

La misión del conservador es ser propietario y vivir de alquileres altos, eso pasa hoy en la provincia de Salta. Tenemos tierras donde la gente puede vivir, lo que no hay son servicios e instalarlos es lo más caro. El Gobierno tiene que hacerse cargo de eso. Lo que sucede es que el Gobierno no genera oportunidades, no se orienta al crecimiento de la gente. Necesitamos que organice el tema de la vivienda digna.

Los problemas con el agua son también preocupantes. Son muchos los barrios en Capital que sufren cortes constantemente. ¿Creé que fue buena la estatización de Aguas del Norte que usted propuso?

Sí, pero hay muchos problemas, sobre todo con el agua con arsénico. Es un servicio que tiene que brindar el Estado porque nadie puede poner tanto dinero para reparar los servicios. Son servicios en los que siempre se pierde.

Usted mira con desconfianza el voto electrónico. ¿Qué argumentos esgrime?

Es por la forma en la que fue presentado. No se publicaron los mecanismos de funcionamiento del programa y no hay auditorías que nos indiquen que la información del voto no salga, ni que las máquinas no emitan ondas de radio.

También insistió en la tecnificación del Gobierno. ¿Cuán difícil es lograr esto?

Hay una gran deficiencia. Se quiere el voto electrónico, pero no se tecnifica lo importante: las comisarías tienen computadoras precarias, los hospitales no están conectados en red, etcétera. La tecnificación haría más eficiente la actividad del Gobierno.

Aparentemente, Urtubey se postularía para un tercer mandato. ¿Creé posible esto?

Urtubey está diciendo algo que no es. La Constitución de la Provincia no lo habilita. Esta sólo le permite al gobernador dos mandatos consecutivos. El exgobernador Juan Carlos Romero pudo hacer tres mandatos porque no se reformó la Constitución, sino que se le agregó a esta una cláusula de carácter transitorio y se realizó un acuerdo político con la oposición. Es increíble que Urtubey diga que pretende ser reelecto sin pasar por ese proceso.

Romero tuvo que pasar por un proceso que lo habilitó. Urtubey quiere omitir eso. Debería hacer un plebiscito.

El problema más grave en Salta, a su juicio... ¿cuál es?

La falta de esperanza para mejorar la pobreza y el desempleo. La gente que por ejemplo necesita una casa, la va a tener en 30 años, después de anotarse en el Instituto Provincial de Vivienda.

Las respuestas de Cristina a los alumnos de Harvard, ¿cómo las califica?

Fue todo un montaje político, había un funcionario macrista.

¿Y eso qué tiene que ver?

No, nada. Al margen, las preguntas no tuvieron nada que ver.

¿No cree que los alumnos preguntaron cosas que nunca nadie le pudo hacer a la Presidenta, y eso es lo que a ella le molestó?...

Yo le hubiese preguntado otras cosas, algo vinculado con la inflación por ejemplo. Pero los que tuvieron la oportunidad de preguntar partieron con afirmaciones de índole negativa. Cristina lo tomó como venía. La cosa venía medio mal y ella se metió en el debate. Podría haber salido más airosa, pero alguien los preparó a los chicos.

Eso implica subestimar a jóvenes que estudian en una de las mejores universidades del mundo, y que seguramente no recibirían preguntas de nadie.

La pregunta del salteño a la Presidenta me pareció la mejor. (Nota de la redacción: el salteño preguntó a la presidenta Fernández de Kirchner sobre la importancia de la Responsabilidad Social Empresaria en Argentina.)

Varios años fue concejal de la ciudad de Salta. Piense dos prioridades que el municipio deba resolver.

Falta participación popular. Es el principal déficit. Yo insistí en la necesidad de que haya un presupuesto participativo. Presenté varios proyectos vinculados a ese tema.

En materia de planeamiento urbano, ¿cómo observa el rumbo de la ciudad?

No existe. Hay que empezar a descentralizar la ciudad, abrir centros comerciales, elevadores, etc. El tránsito es un caos, por ejemplo; necesitamos avenidas de circulación rápida en lugar de construir autopistas que tienen un costo mucho más elevado.

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