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Tarantino y la esclavitud

Jueves, 31 de enero de 2013 02:43
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Nominada a cinco Oscar como mejor película, guión, actor de reparto, fotografía y edición de sonido, llega hoy a Salta “Django sin cadenas”, de Quentin Tarantino, que aborda el horror de la esclavitud de negros africanos en los Estados Unidos durante el siglo XIX.

Fiel a su personal estilo, el autor de “Perros de la calle” plantea el filme en clave de spaghetti western, humor y violencia extrema, a través de la narración del viaje de un esclavo que busca liberar a su esposa y un caza recompensas alemán que lo ayuda y acompaña en su odisea.

La película cuenta con notables actuaciones de Jamie Foxx, como el esclavo Django, Christoph Waltz, quien compuso a un oficial de las SS nazi en “Bastardos sin gloria” y aquí encarna a un elegante e implacable caza recompensas, Leonardo DiCaprio, como un terrateniente esclavista sádico, y Samuel L. Jackson, como su mayordomo negro, traidor a su raza y su cómplice más desalmado.

La crítica destaca que Tarantino rinde homenaje al spaghetti, un subgénero del western estadounidense llamado así en los 60 y 70 por su origen italiano y por ciertos rasgos estilísticos como la violencia desatada, una puesta en escena barroca y estilizada y la presencia de personajes estrambóticos y carentes de moral, que fueron llevados al extremo por directores como Sergio Leone.

Lo hace desde la secuencia inicial en la que emula elementos típicos de ese subgénero como la música a lo Enio Morricone, la tipografía marcada de los títulos, la fotografía contrastada y algunos zoom-in intempestivos que sirven para subrayar o marcar gestos, acciones y personajes importantes.

La película comienza en algún lugar de Texas en 1858, dos años antes del comienzo de la Guerra de Secesión entre los estados de la Unión, en el norte liberal, industrial y abolicionista, y los Estados Confederados del sur, que prosperaban gracias a una economía agraria basada en la esclavitud de hombres y mujeres negros traídos desde Africa.

 

Tarantino sobresale al poner en escena duelos y tiroteos (como uno de los que protagoniza Django, hacia el final de la película), pero es un experto a la hora de escribir diálogos y hacer hablar a sus personajes, no sólo por la agudeza y profundidad que encierran sus palabras, sino por el tono de humor desopilante que logra al revelar el absurdo de la esclavitud y la ceguera humana de sus defensores.

Tras Bin Laden

Otro de los estrenos de hoy está guionado sobre una meta que, en la vida real, desveló durante años a Estados Unidos y al mundo, y a dos administraciones presidenciales estadounidenses: encontrar y eliminar a Osama Bin Laden.
Ese fue el objetivo central del trabajo que durante una década realizó un equipo de elite formado por militares y agentes de inteligencia que anduvieron en secreto por todo el mundo para alcanzar la tan preciada meta.
La película fue dirigida por Kathryn Bigelow, y en los roles protagónicos estuvieron Jessica Chastain (foto) y Kyle Chandler, entre otros .
 

De Niro, el padre

Una película para celebrar la voluntad de “salir adelante” es el tercer estreno de la semana.
El elenco está encabezado por Bradley Cooper (foto) como un expaciente mental que trata de reconstruir su vida con la ayuda de una joven que también arrastra sus problemas, interpretada por Lawrence. La película, Cooper, Lawrence y el coprotagonista Robert De Niro están nominados a los Oscar, cuatro de las ocho nominaciones.
La película es una adaptación de un libro de Matthew Quick, cuya trama pivotea sobre varios personajes con distintos diagnósticos como la bipolaridad, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo.

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