Juan Martín del Potro, defensor del título y máximo favorito, dio un paso con solidez ante el chipriota Marcos Baghdatis. Tras las dudas del debut, se impuso ayer por un claro 6-1 y 6-2 y avanzó a los cuartos de final del ATP 500 de Basilea, que se juega sobre canchas duras bajo techo y reparte 1.445.835 euros en premios.
El argentino, ya clasificado a las finales ATP, quebró la resistencia del chipriota (ex Nº8 en 2006) en el primer tramo del encuentro. Los games iniciales, luchados y definidos por pequeñas diferencias, fueron los que terminaron marcando una sentencia en el duelo. Del Potro ganó los primeros tres games en ventaja (estuvo 0-40 en el 1º con su saque) y golpeó en lo anímico a Baghdatis.
Con el 3-0 en el marcador, el Nº5 del mundo tomó el control absoluto del juego. Mejoró sus números con el servicio, comenzó a ser más punzante con la derecha y aprovechó a la perfección los numerosos errores no forzados del chipriota. Así, tras 41 minutos de acción y luego de cuatro set points, Del Potro decretaba un concreto 6-1.
Baghdatis amagó con un intento de recuperación en el inicio del segundo set y amenazó con complicar a Del Potro, tal como lo había hecho en los últimos dos cruces, ambos en 2013, en Tokio y Dubai. Sin embargo, el oasis del chipriota duró apenas cuatro games. El argentino volvió a quebrar y desarmó el cruce para cerrar la historia en una hora y 12 minutos de juego.
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Juan Martín del Potro, defensor del título y máximo favorito, dio un paso con solidez ante el chipriota Marcos Baghdatis. Tras las dudas del debut, se impuso ayer por un claro 6-1 y 6-2 y avanzó a los cuartos de final del ATP 500 de Basilea, que se juega sobre canchas duras bajo techo y reparte 1.445.835 euros en premios.
El argentino, ya clasificado a las finales ATP, quebró la resistencia del chipriota (ex Nº8 en 2006) en el primer tramo del encuentro. Los games iniciales, luchados y definidos por pequeñas diferencias, fueron los que terminaron marcando una sentencia en el duelo. Del Potro ganó los primeros tres games en ventaja (estuvo 0-40 en el 1º con su saque) y golpeó en lo anímico a Baghdatis.
Con el 3-0 en el marcador, el Nº5 del mundo tomó el control absoluto del juego. Mejoró sus números con el servicio, comenzó a ser más punzante con la derecha y aprovechó a la perfección los numerosos errores no forzados del chipriota. Así, tras 41 minutos de acción y luego de cuatro set points, Del Potro decretaba un concreto 6-1.
Baghdatis amagó con un intento de recuperación en el inicio del segundo set y amenazó con complicar a Del Potro, tal como lo había hecho en los últimos dos cruces, ambos en 2013, en Tokio y Dubai. Sin embargo, el oasis del chipriota duró apenas cuatro games. El argentino volvió a quebrar y desarmó el cruce para cerrar la historia en una hora y 12 minutos de juego.