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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Una prueba de fuego para Boudou y toda la línea del kirchnerismo

Lunes, 07 de octubre de 2013 03:50
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La noticia de la enfermedad de la presidenta tomó al país por sorpresa. El regreso vertiginoso de Amado Boudou desde Brasil hace suponer que en el círculo más cercano a Cristina no imaginaban que la cefalea que sintió el sábado podía tener su origen en un golpe que sufriera en la cabeza el 12 de agosto, y que nunca había sido informado.

El coágulo resultante no fue absorbido en estos dos meses y, por ese motivo, las observaciones que se realicen durante el reposo permitirán decidir si hace falta o no una cirugía.

La presidenta es una mujer de sesenta años, por lo que se encuentra en condiciones muy favorables para superar la crisis. No obstante, el peor clima para la recuperación sería el del estrés que impone la tarea de gobernar. En consecuencia, el reposo deberá ser absoluto.

La reemplaza, como manda la Constitución nacional para estos casos, el vicepresidente Boudou.

En un país hiperpresidencialsta como la Argentina, el rol del vice ha sido siempre traumático. Baste recordar la mala relación entre Raúl Alfonsín y Víctor Martínez y entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde. En ninguna de ellas las diferencias llegaron a la crisis institucional.

La peor de todas las convivencias fue la que fracturó el vínculo y llevó al país al colapso entre Fernando de la Rúa y Carlos Alvarez.

Néstor Kirchner tuvo una relación tormentosa con Daniel Scioli y la de Cristina y Cobos estuvo signada por el “voto no positivo”.

Con Boudou, en parte por los escándalos que lo tuvieron como protagonista, la relación pareció ser insignificante. La gestión como vicepresidente, hasta ahora, es difícil de evaluar.

Sin embargo, es el economista que llegó desde la Ucedé y de la mano de Sergio Massa, a la Ansés y que jugó un rol protagónico en algunas estrategias claves para el kirchnerismo, referidas al régimen previsional: la reestatización de las AFJP y la movilidad de las jubilaciones.

En la estructura de poder del gobierno, todo indica Boudou se encontrará con que la figura de Cristina es excluyente para unificar voluntades con vida propia, como las de Carlos Zannini, Guillermo Moreno, Julio De Vido u Oscar Parrilli.

Aunque el primer tema que salta a la vista en estas circunstancias es el de las tres semanas que faltan para las elecciones del 27 de octubre, parece más decisivo aún lo que vaya a resolverse en el conflicto con Uruguay por la ex Botnia y la evolución del vínculo con Irán.

El aparato kirchnerista se ha mostrado siempre orgánico y afilado como para superar una coyuntura adversa. De todos modos, Boudou deberá mostrar prudencia y madurez política para mantener un equilibrio muy dinámico, sin generar rebeldías ni rispideces.

Más allá del respeto que manifiestan todas las consideraciones acerca de la salud de Cristina, el país debe seguir funcionando y el poder tiene sus códigos. La mandataria puede delegar provisoriamente el mando en Boudou, pero la lealtad de los gobernadores e intendentes, que es imprescindible dentro del actual estilo de gobierno, no tiene transferencia automática. Todo depende de cómo evolucione la presidente. Por ahora, queda claro que el vice tendrá que garantizar su lealtad y ganar la de los otros sin sacar los pies del plato.

Críticas a los que
buscan “un voto más”


El diputado nacional del kirchnerismo Eduardo Depetri advirtió ayer que “sería lamentable” que alguien piense que se pueda “hacer campaña política” para captar “un voto más” con relación a la salud de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

“Me sorprendió la noticia, fue un impacto”, aseguró el dirigente que busca renovar su banca en las elecciones del 27.

Además, afirmó que “las especulaciones están al orden del día” y que alguien piense que se pueda “hacer campaña política con esto, querer llevar un voto más o menos, sería lamentable”.

La presidenta Cristina Fernández fue diagnosticada anteayer con una “colección subdural crónica”, un hematoma producto de un traumatismo de cráneo provocado en agosto, por lo que se le indicó un mes de reposo.

En este sentido, Depetri agregó que “la pelea de los que están en contra del Gobierno tiene que ver más con intereses sectoriales y económicos”.

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