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24 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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No se cayó el sistema: es que salió todo mal

Martes, 08 de octubre de 2013 01:55

El director electoral nacional Alejandro Tullio fue el único que el domingo consideró que no hubo problemas con el voto electrónico. No hablaba de las elecciones en Dinamarca o Francia, sino de Salta. Claro, se confundió porque Urtubey había iniciado la jornada asegurando que, con el voto electrónico, Salta vivía un “día histórico”. Fue histórico, por el papelón.

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El director electoral nacional Alejandro Tullio fue el único que el domingo consideró que no hubo problemas con el voto electrónico. No hablaba de las elecciones en Dinamarca o Francia, sino de Salta. Claro, se confundió porque Urtubey había iniciado la jornada asegurando que, con el voto electrónico, Salta vivía un “día histórico”. Fue histórico, por el papelón.

Después, el gobernador reconoció que había fallas, pero se olvidó de avisarle a Tullio. También dijo que la gente “tiene que aprender”. Entonces: ¿habrá que corregir errores o la gente tiene que aprender?

Para aclararlo salió al ruedo el secretario de Planificación, Guillermo López, el mismo que había anunciado, en tono fundacional, la “capacitación inédita de seiscientos mil votantes, sobre los 800 mil del padrón”. Quizá él piense que el fracaso de la “brillante” capacitación que él organizó y sobre la que la Justicia Electoral viene haciendo anuncios desde principios de año sea culpa de la gente.

El mismo había descartado que el sistema podía colapsar; si la comunicación de los datos de las urnas al Tribunal Electoral fue tan buena como la difusión del escrutinio oficial, la verdad es que habría que votar de nuevo, y con papeles, a la antigua.

Ayer, en un programa radial, Guillermo López opinó que “hay que seguir ensayando”. Quizá no tomó en cuenta que las PASO no son un ensayo, aunque lo parezcan. Es qué él también piensa que votar cuatro veces en tres meses es algo que se le ocurre a quien no tiene nada que hacer. Claro, no lo dice porque eso se le ocurrió al jefe. Y piensa que no tiene nada de histórico votar para que el Indio Godoy termine celebrando que va a seguir siendo presidente de la Cámara de Diputados, con un presupuesto de 150 millones de pesos anuales porque salió cuarto, con el 4,79 por ciento de los votos, sacándose chispas con Eduardo Abel Ramos y con el debutante Federico Curuchet. No es un ensayo: es una joda.

Urtubey tiene una cualidad que, según se la mire, puede ser una virtud o un defecto: es la capacidad de inventar efectos publicitarios. Para él, el hecho de que la gente pueda armar su boleta con una computadora es fundacional y no importa si, como quedó claro el domingo, la gente no puede armar el voto que quiere.

La prueba está a la vista: el 11 de agosto concurrió a las urnas el 77 por ciento de los salteños; el domingo, también, pero solo pudo votar el 60 por ciento. El resto, por distintas razones, salió huyendo.

Urtubey dijo que este enorme esfuerzo -para el Tesoro de la provincia- redundaría en la transparencia del voto. A la noche, solo lo avalaba el director electoral Jorge Antonio Abboud, mientras miraba el superclásico. Hay un detalle: para que la gente no venga con el voto armado de afuera, como pasaba con el de papel, lo arma en una pantalla; sin cuarto oscuro, uno se enfrenta a la pantalla mientras los demás lo miran. ­Qué transparencia!

Además, si se muestra desconcertado, lo mandan a que le enseñen a votar en un aula vecina. Claro, le enseñan a votar y algún travieso le puede decir a quién votar, advertirle que su voto va a quedar individualizado y ofrecerle unos pesos... Bueno, ¿quién va a pensar que los chicos del PJ son capaces de una cosa así?

Urtubey es un creativo. Tendría que ser amigo de Ricardo Carusso Lombardi. Porque hay que ser creativo: él, que volteó el plan para poner wi fi gratis en la provincia -lo cual le permitió respirar tranquilas a las corporaciones que cobran por el servicio- es el mismo que quiere que Salta se zambulla en el futuro digital. Vamos detrás de Chaco y Córdoba, pero él asegura que somos pioneros. Se lo dijo a todo el mundo en sus giras de promoción de Magic Software Argentina SA, la empresa que vendió el sistema. Porque él recorrió el país ofreciendo el proyecto. No entremos en el detalle que esa puede ser una actividad incompatible con la función de gobernador. Una última aclaración: ya que él tuvo la grandeza de reconocer que la del domingo no fue una jornada histórica, hay que desmentir un run run insidioso que hicieron correr los que no quieren que se haga realidad la esperanza: Magic Software Argentina SA no es de Facundo Urtubey.

 

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