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Vélez Sarsfield y River Plate le dieron forma anoche a un deslucido 0 a 0 que fue el fiel reflejo de la decepción con que ambos están concluyendo el último semestre del año, dado que quedaron eliminados en los cuartos de final de la Copa Sudamericana y carecen de chances en la lucha por el título en el Torneo Inicial.
Fue un juego carente de emociones, como si se tratara de un período de vacaciones próximas, necesarias para descansar y empezar a pensar en un 2014 que proporcione satisfacciones.
La primera parte fue discreta porque los protagonistas carecieron de precisión a la hora de culminar las jugadas y por momentos se repitieron en errores que no permitieron un desarrollo interesante. Arrancó algo mejor River intentando jugar al ras del piso, pero los mediocampistas nunca encontraron bien posicionados al uruguayo Rodrigo Mora y al colombiano Teófilo Gutiérrez.
A los 9 minutos pudo haber abierto el marcador el conjunto local con un remate cruzado desde la izquierda de Héctor Canteros que, tras rebotar en un defensor, derivó en que la pelota saliera por la línea de fondo.
Ambos conjuntos siguieron imprecisos en el manejo y por esa razón les costó explotar la tenencia del balón en el campo del adversario.
De todos modos, River dispuso de una situación propicia a los 18, cuando Mora ejecutó desde la izquierda rápidamente un tiro libre, tras una falta que le habían cometido, y Teo definió, pero Sosa, el más atento en el fondo velezano, contuvo en dos tiempos.
El complemento fue todavía más discreto que el primero. River mejoró solo un poco por el ingreso de Leonel Vangioni, porque desde su posición como mediocampista por la izquierda a los 16 mandó un centro bajo que Gutiérrez, casi desde el punto del penal, remató desviado.
Un minuto más tarde fue Vangioni quien probó con un disparo de zurda que contuvo Sosa volando hacia su izquierda.
Con el paso de los minutos los espacios se achicaron, y en consecuencia las emociones nunca aparecieron. Vélez continuó con un poco más de iniciativa, pero se quedó en una simple intención. River, como a lo largo de sus últimos partidos, prolongó su bajo nivel colectivo e individual.
El fortín hizo un poco más para ganar el partido, pero equivocó los caminos ante un rival que se conformó con un empate, ya que una derrota complicaría aún más las cosas.