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El Corso de las Estrellas tendrá esta noche, el sábado y el domingo como atractivo central una modelo que asegura no dudar al momento de desnudarse para las fotos, pero al mismo tiempo se reconoce solidaria y cercana a las obras del corazón.
Mariana Diarco tiene 24 años, los salteños ya tuvieron el gusto de verla el año pasado y ahora volverán a disfrutar de su paso en el Corso de las Estrellas, en el estadio Padre Martearena, esta noche, mañana y el domingo.
Extrovertida, verborrágica, simpática, predispuesta para la charla y todas las fotos que le pidieron, Mariana llegó a El Tribuno anoche, apenas bajó del avión.
Se mostró “encantada” de volver a Salta. “Me gusta salir al interior, sobre todo al norte porque la gente es bárbara, son cálidos, efusivos...cada vez que vine lo pasé muy bien, me hicieron sentir muy bien”, recordó.
A fines del año pasado, Mariana estuvo en el centro de un escándalo producido por la edición pública de un video en el que se la veía buscando un cigarrillo de marihuana en un tarro de basura. “Eso fue puro despecho de mi exnovio (el cumbiero Dipy), muy malintencionado porque es algo que hicimos cuando estábamos bien y nos divertíamos, no hay por qué divulgarlas. Para colmo caen en las manos de los periodistas ‘amarillos’ que viven de eso y le dan manija”. Aseguró que ahora no tiene novio, aunque reconoció que no es de las mujeres que estén “completamente solas... una necesita cariño...”
“Ahora estamos en otro año, otra etapa, tengo todo la energía puesta en este 2013 que creo va a ser genial”.
La semana que viene se irá a México para avanzar en una propuesta laboral en televisión y una campaña para una gaseosa. “Esa posibilidad me atrae mucho y tengo muchas expectativas”, reconoció, a la vez que anticipó conversaciones de su amigo y representante Jorge Lamas, con la producción de Ideas del Sur para analizar su participación en el próximo Bailando por un Sueño. “Claro que me gustaría -recalcó- pero primero debo saber qué pasa con las ofertas de México”.
Mariana se hizo conocida hace unos años a través de una producción de fotos para la revista Hombre. Mientras, estudió danzas, modelaje y actuación porque “hay que estar preparada”. Y está en el camino del crecimiento personal y laboral, pero no descuida su compromiso con el comedor y a la canchita de Quilmes. “Me gusta ayudar, me gusta sumar mi aporte, sobre todo donde hay chicos... es muy bueno hacerlo porque ellos necesitan”, concluyó.