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No hay pistas y crecen las dudas por el crimen del testigo clave de la tragedia de Once. Por otra lado, luego del ingreso en la casa de Leonardo Andrada, el barrio está sorprendido: “Hay asaltos, pero no con este nivel de violencia”, dicen los vecinos. En ese contexto, el secretario de Seguridad Interior, el mediático Sergio Berni, admitió ayer que el crimen del maquinista Leonardo “es sospechoso”. Las declaraciones del funcionario se dan en momentos en los que crecen las dudas sobre lo ocurrido y donde se barajan básicamente dos hipótesis: un robo y algún crimen mafioso. “Habría que seguir profundizando la investigación hasta poder dar una versión clara” sobre lo ocurrido, dijo el funcionario.
Si bien Berni reconoció que el asesinato del maquinista “es sospechoso”, consideró que “hay que dejar que la Justicia avance en su investigación y sacar las conclusiones”.
Andrada, de 53 años, fue asesinado el viernes. Recibió cuatro balazos por la espalda cuando se encontraba en una parada de colectivos en la esquina de las calles José María Paz y Malabia, en Ituzaingó.
El hecho resulta llamativo porque quienes lo mataron se llevaron su teléfono celular, pero no su mochila ni los 1.200 pesos que tenía en un bolsillo. Además, mientras Andrada era velado, dos familiares que pasaron por su casa descubrieron que adentro había dos hombres. El delegado de Unión Ferroviaria, Edgardo Reynoso, aseguró que los intrusos se fueron luego de “amenazarlos y dejar todo revuelto”. Andrada había declarado como testigo en la causa por la tragedia de Once en dos oportunidades, ya que había conducido la formación que se estrelló en la estación. El maquinista dijo que ese día el tren iba sobrecargado de pasajeros y que por eso tenía el “freno largo”.