Todas las especulaciones daban cuenta de que ayer no iba a haber consenso sobre el nuevo papa y ocurrió exactamente eso. La primera votación para elegir el reemplazante de Benedicto XVI dio resultado negativo y fue anunciada al mundo con una fumata negra, que salió por la chimenea de la Capilla Sixtina.
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Todas las especulaciones daban cuenta de que ayer no iba a haber consenso sobre el nuevo papa y ocurrió exactamente eso. La primera votación para elegir el reemplazante de Benedicto XVI dio resultado negativo y fue anunciada al mundo con una fumata negra, que salió por la chimenea de la Capilla Sixtina.
El anuncio de que no se había llegado a una definición salió a las 15.42 hora argentina, dos horas y siete minutos después de que se encerraran los 115 cardenales electores para designar al sucesor de Benedicto XVI.
El humo negro, muy denso, salió por la chimenea durante un buen rato, para que no quedasen dudas de que no había novedades y que las deliberaciones continuarán hoy.
Miles de personas se congregaron en la plaza de San Pedro para seguir el evento en directo, desafiando la lluvia y el frío reinante en Roma.
Ninguno de los votados logró los dos tercios de los sufragios, como contempla la normativa vaticana para ser elegido papa. Dos tercios en todos los escrutinios.
Teniendo en cuenta que los electores son 115, son necesarios 77 votos.
El inicio del cónclave
Los cardenales se encerraron ayer en la Capilla Sixtina para dar inicio al cónclave que elegirá nuevo papa luego de la misa de invocación al Espíritu Santo para que los ilumine en su elección, conocida con el nombre de “pro eligiendo pontífice” .
Las puertas de la Capilla Sixtina fueron cerradas bajo llave y con la frase “extra omnes” (todos fuera). Solo 115 cardenales quedaron en su interior para decidir en absoluto secreto el nombre del papa que guiará la Iglesia en uno de los momentos más complicados de su historia.
El cónclave para elegir al nuevo papa comenzó el martes en el Vaticano. El proceso de votación cumple todos los días un ritual fijo hasta que la Iglesia católica tenga un nuevo líder. A continuación, un cronograma aproximado de lo que harán los cardenales durante el cónclave. A las 7.45 los cardenales se dirigen a la Capilla Paulina para escuchar misa.
A las 9.30 hay una oración comunitaria en la Capilla Sixtina y comienza la votación matutina.
Al mediodía se retiran a la residencia de Santa Marta, su hotel mientras dure el cónclave, para almorzar.
A las 16 regresan a la Capilla Sixtina y se espera que la votación vespertina se hará alrededor de las 17.
A las 19 habrá otra oración comunitaria en la misma Capilla Sixtina y a las 19.30 regresarán a su hotel.
Si después de tres días completos de votación aún no eligen a un nuevo papa, los cardenales tendrán una jornada de descanso para orar y reflexionar. Luego reanudarán sus actividades otros tres días. La primera pausa será el sábado si antes no han elegido al nuevo pontífice.
Las dos fumatas diarias serán una a las 9 de la mañana hora argentina y otra a las 16 de nuestro país.
Si es elegido el nuevo papa en alguna de las votaciones saldrá humo blanco y el cónclave habrá concluido. Cuando salga humo blanco de la chimenea sonará una campana en la basílica de San Pedro. A más tardar en una hora, el hombre elegido se asomará al balcón y se conocerá su nombre.