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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Cristina le pidió al Papa que medie por Malvinas

Martes, 19 de marzo de 2013 01:15
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El portavoz del Vaticano subrayó que no se trató de una visita formal o de Estado, sino de un gesto de cariño hacia su tierra.

La expectativa era enorme. Las diferencias del pasado hacían que el encuentro tuviese condimentos muy especiales. Pese a todo lo que podía especularse, la de ayer fue una reunión sumamente distendida. Cristina Fernández fue recibida por el flamante papa Francisco, en lo que significó el primer encuentro del Sumo Pontífice con un jefe de Estado. En el almuerzo, la Presidenta le pidió a Bergoglio que interceda en la negociación por Malvinas. También hablaron por la trata de personas y hablaron de la “patria grande”.

El encuentro implicó todo un gesto del Pontífice hacia la Presidenta. Esto, teniendo en cuenta que cuando se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina no logró que la Presidenta lo recibiera. Según afirman fuentes de la institución católica, Bergoglio pidió 14 audiencias las cuales les fueron rechazadas.

Lejos de las acusaciones, los excesos y las chicanas, en la reunión privada primó el intercambio de opiniones, los consejos, y hasta hubo espacio para las bromas.

Las imágenes transmitidas por el Vaticano mostraron a la mandataria entregando a Francisco un mate de calabaza con bombilla, yerbera y azucarera “hecha por trabajadores argentinos”, según la jefa de Estado. Antes, Bergoglio le entregó un libro sobre la pobreza en la región y le dijo “te va a ayudar un poco para ir pescando qué es lo que pensamos de Latinoamérica los obispos”.

Luego de tocarle el brazo al nuevo líder de la Iglesia católica, la Presidenta se paralizó y, recordando el protocolo, dijo: “Ay, no, no puedo tocarlo”. “Sí, puede tocar, puede...”, respondió el Papa. “¿Puedo tocar? Bueno, gracias”, respondió la presidenta tomando del brazo a Bergoglio, lo que originó un gesto similar del Sumo Pontífice sobre la mandataria. Además, Francisco le dio un beso en la mejilla a la Presidenta, lo que provocó una broma de la mandataria: “Nunca un Papa me había besado”.

Expectativa presidencial

La primera reacción del kirchnerismo cuando se conoció que Bergoglio fue elegido como Papa fue salir con los tapones de punta, acusando de un presunto vínculo y complicidad con la última dictadura militar. Acusaciones que con el pasar de los días fueron desmentidas hasta por propios funcionarios oficialistas. Tal es el caso de Gabriel Mariotto, vicegobernador de Buenos Aires.

Esa primera reacción no tuvo relación con lo expuesto por Cristina, ayer. La Presidenta se mostró descontracturada, entusiasmada y con expectativas.

Así es que al término del encuentro la Presidenta dijo en conferencia de prensa que había agradecido “el gesto de haber compartido conmigo su último almuerzo antes de ser designado como Papa”.

Reclamo por Malvinas

Tal como se esperaba, la Presidenta le pidió al flamante Papa que medie en la negociación por la soberanía de las islas Malvinas.

Esto se podría interpretar como una invitación a un eventual fracaso del Sumo Pontífice teniendo en cuenta la posición británica ante el conflicto. Ya el primer ministro David Cameron y el gobernador de las islas Malvinas habían manifestado su oposición a que el Papa se metiera con ese tema.

“Después de muchas anécdotas que tienen que ver con la Argentina, abordamos un tema muy sentido para los argentinos, y le pedimos que nos ayude a abordar el diálogo en el tema Malvinas”, dijo la mandataria en conferencia de prensa, en la que contó que el almuerzo a solas que tuvo con Francisco durante 40 minutos fue “fructífero e importante”.

En este marco es que Cristina contó además que hablaron con el Papa de Latinoamérica, a la que el Sumo Pontífice se refirió como “la patria grande”. “Habló de la patria grande como San Martín y Bolívar, y me conmovió”. Finalmente, contó que hablaron sobre la problemática de la trata de personas y el trabajo esclavo, una causa que Bergoglio abrazó mientras era cardenal de Buenos Aires, incluso acompañando fuertemente a la ONG La Alameda.

Un encuentro esperado y que dejó las puertas abiertas para una nueva relación.

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