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La Policía arrestó ayer a cuatro individuos relacionados con el derrumbe del edificio que albergaba varias fábricas textiles en las afueras de Dacca, y que según el último recuento ha causado la muerte de 346 personas.
Los arrestados son dos de los dueños de los talleres textiles que alojaba el edificio derrumbado y dos funcionarios municipales que aseguraron un día antes del accidente que el inmueble era seguro, señalaron fuentes policiales.
La Policía Industrial había acusado a los propietarios de las fábricas de ignorar las grietas que aparecieron en el edificio de ocho plantas el martes y de obligar a los empleados textiles a acudir a sus puestos de trabajo a pesar del riesgo que corrían.
“Ninguno de nosotros quería entrar al edificio, pero nuestros jefes nos forzaron”, declaró Nurul Islam, uno de los trabajadores heridos
El dueño del edificio Rana Plaza, Sohel Rana, que pertenece a la rama juvenil de la Liga Awami -el partido gobernante en Bangladesh-, se encuentra prófugo y está acusado de usar sus contactos políticos para construir en terreno público.
De acuerdo con los últimos datos hechos públicos, 2.429 personas han sido rescatadas de entre los restos del edificio, 29 de ellas ayer.
Sin embargo, la cifra de víctimas podría aumentar, ya que unos 4.000 trabajadores podían encontrarse en el edificio en el momento del derrumbe, dijo Amirul Haque Amin, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del sector Textil de Bangladesh (NGWF).
La lluvia entorpeció ayer las labores de rescate, que continúan a pesar de que se han superado las 72 horas desde el colapso, tiempo límite -según los expertos- para encontrar sobrevivientes.
El desastre ha vuelto a poner de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de los talleres textiles en el país asiático, que abastecen a multinacionales occidentales.
El presidente de NGWF señaló que las empresas textiles que desarrollaban su labor en el edificio siniestrado eran Ether Tex Limited, New Wave Bottoms Limited, Phantom Apparels Limited, Phantom Tac Limited y New Wave Style Limited.
Amin afirmó que esa última empresa trabajaba para la compañía española Mango, y aseguró que miembros de su organización localizaron el día del derrumbe entre los escombros etiquetas de esa empresa.
Bangladesh es el país del mundo con costos más baratos de producción en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo, incluido China, están trasladando parte de su producción al país asiático.