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Pasajeros heridos y testigos de la tragedia ferroviaria ocurrida ayer en la estación Castelar de la línea Sarmiento coincidieron en decir que el tren que impactó contra otro que se encontraba detenido circulaba “muy rápido”, y que el choque provocó un estruendo similar a una “explosión”.
“Estaba en el primer vagón, venía muy rápido el tren. Sentí la explosión y volé para adelante. No me di cuenta de nada. Lo único que me di cuenta es que volé para adelante y el techo se me había venido encima”, declaró Gabriela, una de las 315 personas heridas en el hecho.
Oscar, vecino de la estación ferroviaria, indicó a la prensa que lo despertó el ruido causado por el impacto entre las formaciones y en un primer momento pensó “que era una explosión, una voladura de una garrafa de gas”.
“Vi gente gritando, pidiendo ayuda. Luego empecé a escuchar sirenas”, destacó el hombre.
Miguel, otro pasajero de la formación del Sarmiento, aseveró que a pocos metros de donde se encontraba vio “gente muerta atrapada” en los vagones.
Gabriel, vecino de la zona, corrió dos cuadras hasta el lugar del hecho, tras sentir “un sacudón en la ventana de mi casa”, señaló.
“Había mucha gente en estado de shock, con los hombros dislocados, con fracturas, las narices rotas, varios con el cráneo golpeado y a uno de ellos le salía sangre como una canilla. Ayudé a heridos a subir a la ambulancia, a poner gente en puertas que servían como camillas”, contó.
Enojo de vecinos
Vecinos de Castelar exteriorizaron ayer su enojo por el accidente. La mayoría arremetió contra el motorman de la formación que embistió a la que estaba frenada.
Gonzalo Márquez, quien vive a 50 metros de donde se produjo el choque, en la intersección de la calles Navarro y Rivadavia, relató que “es muy común ver que haya un tren parado esperando que le den la orden para continuar, tanto para ir a Moreno como para ir a Once”.
“Según algunas personas que bajaban del tren, decían que venía muy rápido, cuando por este lugar siempre bajan la velocidad”, explicó.
Por último, Margarita Velázquez, quien vive en Rivadavia al 19500, reveló que salió “rápido” porque escuchó “el ruido del tren y enseguida una explosión. Por como se dio todo, el conductor del tren venía muy rápido y es raro que no haya visto al tren que estaba parado”, puntualizó.
“Quedaron aplastados como latita de gaseosa”
Un joven pasajero que resultó ileso en el choque ferroviario registrado ayer en la localidad bonaerense de Castelar aseguró que “los trenes quedaron aplastados como una latita de gaseosa”.
El accidente “sí” fue de gravedad y los pasajeros “comentaban que en el tren en el que iba yo había una persona aprisionada y fallecida”, agregó el hombre pocos minutos después del choque.
“Yo iba en la formación de doble piso que embistió a la otra. Gracias a Dios, en el último vagón, y venía medio dormido”, relató.
El joven, que solo se identificó como Lucas, contó que luego del choque “había mucha gente lastimada”, así como que “la gente decía que en las estaciones anteriores ya hubo problemas con los frenos”.
Por su parte, un hombre que estaba en la zona del choque de trenes afirmó que vio a “una de las formaciones montadas encima de la otra, hecho un acordeón el tren sobre algunos vagones”.
El testigo, Esteban Baffi, contó que estaba en su auto con su hija, detenido por la barrera del paso a nivel en la calle Zapiola, cuando empezó a salir gente “de la oscuridad”, corriendo al costado de las vías.
“Lo primero que se me vino a la mente fue la tragedia de Once”, describió al recordar el accidente del 22 de febrero de 2012, cuando murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas.
El testigo comentó que algunos de los pasajeros que habían resultado golpeados “se iban tirando a un costado de la barrera”.