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Con más de 1.000 trabajadores suspendidos en Orán y San Martín, la producción maderera de Salta pasa por un difícil momento. Las entidades que agrupan a empresarios de la actividad en ambos departamentos elevaron al Gobierno un petitorio con cinco puntos, que esperan respuestas a corto plazo, para evitar que el crítico escenario se agudice.
Luis María Belluccini, presidente del Centro de Obrajeros del Norte, con sede en Orán, describió la situación como preocupante, porque la actividad forestal viene de capa caída, no muestra señales de recuperación, tiene frenado el mercado interno y se muestra cada día más golpeada por la crisis que afronta la producción rural en el norte salteño.
Daniel Briones, titular de la Asociación de Productores Foresto Industriales y Comerciales de Salta (Aproficsa), con sede en Tartagal, precisó que muchos aserraderos están parados, u operan con jornadas reducidas, con la consecuente afectación de los niveles de actividad, el sostenimiento de las empresas y la estabilidad de los puestos de trabajo.
Belluccini y Briones tienen agendada una reunión con funcionarios provinciales para el martes, a las 10, en San Ramón de la Nueva Orán. Ayer, en diálogo con El Tribuno, ambos manifestaron que aguardan que el ministro de Ambiente y Producción Sustentable, Alfredo De Angelis, lleve a ese encuentro definiciones concretas sobre el petitorio que los madereros norteños le entregaron el mes pasado en esa ciudad.
Antes habían descripto la coyuntura adversa del sector foresto industrial de Salta en un documento que dirigieron al gobernador Juan Manuel Urtubey, con copias a ministros, autoridades del Poder Legislativo, las intendencias y concejos deliberantes de Orán y Tartagal, las autoridades de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) y la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera de la República Argentina (USIMRA).
Entre las medidas urgentes, los madereros salteños pidieron al Gobierno provincial que agilice las líneas de crédito especial comprometidas para la reactivación de los aprovechamientos forestales y el mejoramiento de las plantas industriales. A la par, solicitaron que se incorpore la madera a la obra pública y se ajusten decisiones políticas que desalientan los desarrollos forestales sostenibles.
La lista de demandas incluye, más allá de las medidas urgentes, la prohibición de comercializar la materia prima sin un mínimo procesamiento fuera de la provincia, el arancelamiento de la materia primera proveniente de Bolivia y la creación de una Agencia Forestal fuerte en el norte. En este nivel se suman los reclamos de un plan estratégico a diez años, un reempadronamiento que permita conformar la trazabilidad de la madera y fortalecer la cadena de valor, la creación de polos madereros departamentales y la sistematización de guías y controles.
Otra iniciativa que espera definiciones en el Gobierno es la creación del Instituto de Investigación y Diseño de la Madera, para agregar valor a la producción. En varios países el funcionamiento de institutos similares se plasmó con excelentes resultados en la cadena de valor de la actividad foresto industrial.
Aproficsa y el Centro de Obrajeros del Norte aguardan, además, que se avance en la creación de un certificado de procesos y procedimientos, que acredite estándares de calidad bajo procedimientos locales, nacionales o internacionales.
La puesta en funcionamiento de un vivero de bosques nativos, una propuesta con interés educativo está a la espera de una firma en la cartera de Ambiente y Producción para empezar a materializarse en Tartagal.