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Urtubey y Loutaif quieren que Zottos renuncie como vice

Lunes, 24 de junio de 2013 23:59
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La ruptura de la coalición gobernante, el Frente para la Victoria, genera una crisis institucional que ha de requerir mucha mesura para sobrellevarla.

Por lo pronto, el gobernador Juan Manuel Urtubey y el ministro de Gobierno, Julio César Loutaif, ya expresaron sus deseos de que el vicegobernador Andrés Zottos presente la renuncia al cargo.

Urtubey admitió que no le pide la renuncia porque no puede. El vicegobernador no es cualquier funcionario, porque fue elegido democráticamente a través del voto ciudadano. Sin embargo, agregó en tono irónico que Zottos “no renuncia porque no se debe tener mucha fe”.

Loutaif, en cambio, fue más explícito. “Si fuera Zottos, daría un paso al costado”, sugirió. “Debe resultar difícil ser el vicegobernador y competir con el hermano del gobernador”. También opinó que, además, los proyectos del gobernador y el vice serán, en adelante, diferentes.

Urtubey admitió que lo que él llama “mi apasionamiento político” enrarece el clima político. No se trata solo de una cuestión de discursos.

Urtubey no esperaba que el PRS dejara la coalición.

El vice no renuncia

La campaña recién comienza. Si Zottos fuera derrotado por Rodolfo Urtubey, la convivencia futura sería difícil. Pero si Rodolfo Urtubey quedara fuera del Senado, la derrota sería gravísima y muy difícil de sobrellevar para el hermano.

El vicegobernador Zottos no hizo declaraciones, pero ya advirtió que no va a renunciar. Entre sus allegados se recalcan varias cuestiones.

La primera, dicen que quien pateó el tablero fue Urtubey. La imposición de Cristina Fiore como candidata del PRS no solo es indigerible, sino que fue planteada en Finca Las Costas durante una reunión de la cual todos los dirigentes renovadores se retiraron impresionados por la descortesía del gobernador. Hasta Loutaif quedó sorprendido.

Ese día, el gobernador le negó el ingreso al senador Pérez Alsina y, con los pies sobre la mesa y mostrando las suelas de los zapatos a los dirigentes aliados, les hizo saber que en la alianza “hay un jefe y el jefe decide”.

En segundo lugar, los allegados al vice sostienen que lo que está en juego no es la persona de Zottos sino el partido (el PRS) que vertebró la coalición, en el año 2006, a la que luego se sumó, tardíamente, Urtubey.

Zottos y Carlos Alberto Sosa - Querubín - eran diputados nacionales cuando, en el verano de ese año, cuando comenzaban a insnuarse el conflicto con el campo y la crisis inflacionaria, se acercaron a funcionarios del kirchnerismo. De la mano de Julio de Vido, comenzaron a hilvanar una alianza a la que se sumaron peronistas disidentes. En ese momento, Urtubey se mostraba encolumnado con Juan Carlos Romero pero cercano al jefe de Gabinete Alberto Fernández. Meses después, cuando el ahora gobernador desistió de enfrentar a Walter Wayar en la interna del Partido Justicialista, se acercó a la nueva coalición.

“Ellos llegaron al proyecto nacional de la mano del PRS”, recuerdan cerca del vice. “La diferencia está en que nadie del PRS se propuso llegar a la Casa Rosada en 2015”, agregan.

La otra razón, decisiva, para que Zottos no renuncie es que la base electoral del PRS pide que respete el mandato electoral.

Pero, además, el vicegobernador está convencido de que su lanzamiento no es un capricho: asegura que le va a ganar a Rodolfo.

El gobernador muestra un especial fastidio con el senador Juan Agustín Pérez Alsina. “Desde que he asumido como gobernador no he tenido la oportunidad de contar con senadores nacionales que acompañen a este gobierno, que podamos trabajar juntos desde un proyecto colectivo”, se quejó ayer Juan Manuel Urtubey. El gobernador, de inmediato, se encolumnó con el gobierno nacional y colocó al vice como opositor.

Nada es tan claro. En 2007, Juan Carlos Romero y Sonia Escudero ganaron la elección de senadores. Sin embargo, Pérez Alsina, especialmente en los últimos años, acompañó la mayoría de los proyectos del oficialismo. En tanto, el gobierno provincial se mostró siempre reticente a aplicar leyes K referidas a los abortos no punibles y la educación sexual, por ejemplo.

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