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Fue un clásico atípico entre tatengues y sabaleros: no hubo hinchas, ni cánticos. Tribunas totalmente vacías, sin bombos y sin banderas. Una triste postal del fútbol actual, dominado por los violentos.
Poco de esto le importó a Unión de Santa Fe que quiso despedirse de Primera venciendo al rival de toda la vida. El tatengue, ya descendido a la B Nacional, se dio el gran gusto de ganarle por 1 a 0 a Colón, gracias a Damián Lizio, quien de penal marcó el gol del triunfo a los ocho minutos del segundo tiempo.
Una vez más, fue muy raro escuchar en pleno partido los gritos y las indicaciones desde los bancos de suplentes o entre los jugadores y no el aliento ensordecedor que suele ambientar un estadio colmado de hinchas con las gargantas a punto de explotar. En el césped, los dos equipos jugaron el partido como un verdadero clásico, entregando todo y dejando en claro que más allá de la pobre actualidad de ambos en el torneo estaba el orgullo en juego.
Luego de haber perdido la categoría la fecha pasada en la derrota ante San Lorenzo (4-2), Unión buscaba una alegría en uno de sus últimos partidos en casa, mientras que Colón no perdía la ilusión de clasificar a la Copa Sudamericana.
En la primera parte, la visita, con una defensa segura y las subidas por sorpresa de sus volantes externos, fue mejor y tuvo las chances más claras de abrir el marcador, pero sin claridad y chocó con la solvencia del arquero y una de las figuras del partido, Alejandro Limia.
En el entretiempo, el DT del tatengue, Facundo Sava, ajustó algunos detalles en mitad de cancha, Unión mejoró su imagen y consiguió el gol gracias al penal que convirtió Damián Lizio, luego de la clara infracción de Mauricio Romero a Pablo Magnín.
El sabalero, golpeado por la desventaja, fue a buscar el empate con todos sus recursos, que igualmente resultaron muy pocos pese a que el DT Pablo Morant trató de mejorar con los cambios. El árbitro Germán Delfino tuvo una tarea excelente hasta los 40 min, cuando apenas sancionó con amarilla una alevosa patada de Magnín a Maximiliano Caire, lo que calentó el clima del clásico. Para colmo, un minuto después, el juez ignoró un claro penal sobre Facundo Curuchet, quien luego se fue expulsado tras el final del encuentro, cuando se acercó a increpar a Delfino y se excedió en su protesta.
De esta manera, Unión volvió a la victoria como local luego de más de un año sin ganar, la última vez fue el 19 de mayo de 2012 ante San Lorenzo (1-0), por el torneo Clausura. Pero poco importó la mala racha a los jugadores e hinchas tatengues, quienes se fueron al descenso por lo menos festejando el clásico.