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Se agudiza la crisis política en Egipto y algunos analistas ven como inminente la salida del presidente Mohamed Mursi, quien anteayer cumplió su primer año en poder, al que llegó tiempo después de la revuelta popular de febrero de 2001, que derrocó al exhombre fuerte del país, Hosni Mubarak. Al clima de convulsión reinante, con movilizaciones masivas y choques entre opositores y partidarios del Gobierno, se sumó ayer el ultimátum de 48 horas dado por el Ejército a las autoridades políticas egipcias poco después de producirse la renuncia de cinco ministros. No obstante, las Fuerzas Armadas egipcias desmintieron que el ultimátum sea un “golpe militar”.
El jefe del Ejército, Abdelfatat al Sisi, dijo que la institución “reitera su llamamiento a que se satisfagan las peticiones del pueblo. La seguridad nacional está en riesgo y es el Ejército el que hará frente a la situación”.
En caso de que las demandas de la población no se vean satisfechas, el Ejército anunciará una “hoja de ruta” para el futuro.
La Hermandad Musulmana, la conservadora cofradía religiosa que apoya al Gobierno, respondió al ultimátum anunciando una movilización nacional de apoyo a Mursi.
Renuncia de cinco ministros
El comunicado de la cúpula militar fue publicado horas después de que cinco ministros (los de Turismo, Medio Ambiente, Comunicaciones, Servicios Públicos y Asuntos Parlamentarios) presentaran su dimisión “en solidaridad con los manifestantes”. Mientras miles de manifestantes se concentraron nuevamente ayer en la plaza Tahrir de El Cairo, para exigir la renuncia de Mursi.
Los choques dejaron 20 muertos
Al menos doce personas murieron en las últimas horas en los enfrentamientos entre islamistas y opositores en la sede central de los Hermanos Musulmanes en El Cairo, lo que eleva a veinte el número de fallecidos desde la noche del domingo en todo el país.
Con el fallecimiento de tres personas que habían sido heridas, el balance provisional de víctimas mortales en la refriega frente al edificio de la Hermandad se eleva a doce. Otras cinco personas murieron en enfrentamientos frente a las oficinas del gobernante Partido Libertad y Justicia.
Las fuentes agregaron que en total 713 personas han resultado heridas en las protestas. El ataque a la sede de la Hermandad -a la que pertenecía el presidente egipcio, Mohamed Mursi, hasta que asumió el cargo- comenzó antenoche con el lanzamiento de cocteles molotov y piedras por parte de los manifestantes.
Tras tomar ayer a la madrugada el control del edificio, los manifestantes lo saquearon, quemaron todas sus plantas y causaron importantes daños.