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Se acordaron demasiado tarde y el 0 a 0 final fue fiel reflejo de lo que sucedió en la tarde del sábado en Liniers.
El empate le deja un sabor amargo a Vélez, que buscaba sumar de a tres luego de igualar frente a All Boys, pero también a Lanús, que no había podido hacer valer su localía frente a Estudiantes de La Plata.
El fortín fue el que primero que se adueñó de la pelota, basándose en un leve dominio territorial, pero su cautela lo volvió previsible y le faltó movilidad en los metros finales para generar espacios.
El granate, en tanto, aguardó en su campo e intentó salir rápido de contraataque. Lo mejor de la visita partió desde los pies de Cristian Chávez, pero no tuvo precisión.
Sobre el final el primer tiempo, Vélez tuvo una gran oportunidad, pero Ariel Cabral erró el cabezazo cuando estaba solo frente al arco.
El complemento tuvo el vértigo que no había mostrado el primero. Los dos equipos se brindaron de otra manera en busca del triunfo, aunque los errores en los metros finales se repitieron. El granate estuvo a punto de convertir al minuto de juego, cuando, tras un centro de Maximiliano Velázquez, Romero, de cara al gol, remató pifiado y la pelota se fue cerca del palo derecho. Y pudo ser otra vez para el elenco sureño, cuando a los 5' Carlos Izquierdoz capturó un rebote dentro del área, pero su remate se fue desviado.
A Vélez le costaba sobremanera soportar la presión de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, por eso Ricardo Gareca mandó a la cancha a Héctor Cantero y Lucas Romero, con la intención de retomar el control del juego en el mediocampo.
En los minutos finales el fortín tuvo sus chances, pero tampoco consiguió acertar. A los 31', en la que fue la situación más peligrosa para el local, Agustín Allione conectó de cabeza un centro, pero la pelota fue directo al cuerpo de Agustín Marchesín. Pese a que lo buscaron, ni Vélez ni Lanús lograron dar la estocada decisiva, por lo que el empate le quedó bien a un mediocre partido.
Somoza fue muy insultado
Leandro Somoza, mediocampista de Lanús, prefirió no hacer ninguna crítica hacia la gente del club de Liniers que lo insultó en forma reiterada ayer, en el Amalfitani. “Por más que me insulten voy a seguir siendo hincha de Vélez. Es la segunda vez que vengo a jugar contra el club (la primera ocurrió mientras vestía la camiseta de Boca) y es la segunda vez que la gente me silba e insulta”, reflexionó, resignado, Somoza.