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La declaración de la emergencia por la inseguridad enfrentó a varios sectores en El Calafate. Empresarios y comerciantes de esa ciudad patagónica no creen conveniente la medida dispuesta por la Intendencia y la consideran desacertada en medio de la temporada turística; políticos del lugar criticaron al jefe comunal kirchnerista Javier Belloni, a quien acusan de querer hacer negocios con este tema.
El intendente explicó que con la medida “impedimos que nos pase algo grave con un vecino o un turista”. Fundamentó la decisión en razones políticas: “Esperan algún hecho para hacer del tema una cuestión en contra de la Presidenta (Cristina Fernández). Con esta medida impedimos que nos pase algo grave con un vecino o un turista”.
El concejal peronista Juan Pallalef aseguró que el presidente del Concejo Deliberante, Alexis Simunovic, le indicó al presentar el proyecto de emergencia en seguridad por un año que “la orden venía de arriba, lo cual me confirma que esto fue decisión de la Presidenta. Acá se han producido 15 asaltos en un día pero el problema fundamental está en la Justicia, porque no se descubre nada, no se mete preso a nadie, excepto aquellos que están enfrentados con el intendente Belloni”, apuntó el edil. “La policía agarra a los chorros y el juez lo primero que hace es dejarlos libres”, denunció.
El concejal cuestionó la declaración de emergencia al señalar que era una puesta en escena. “Para lo que va a servir esto es para que Belloni haga buenos negocios junto con sus amigos; porque ya se habla de poner cámaras de seguridad en El Calafate y esto, conociendo cómo se maneja la política local, va a servir para que muchos facturen”, dijo.
Finalmente consideró que las cámara “solas no van a servir para parar esta ola de delitos que no es nueva. Hace muchos años que viene incrementándose, pero ahora, por razones estrictamente políticas, ha ganado mayor trascendencia”.
En El Calafate hay 100 policías para garantizar la seguridad de 20 mil habitantes y aseguran que periféricamente es tan grande como Río Gallegos.