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29 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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El albo hizo oír su grito unánime

Domingo, 29 de septiembre de 2013 02:50
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Cientos de gargantas largaron aquel grito contenido por tantos años de fideicomiso y ostracismo institucional y deportivo. Gargantas carraspeantes desgastadas por la arena de los años y de la vida y otras tantas jóvenes, sanguíneas y vitales de muchos jóvenes que nunca pudieron testificar en vida aquellos años de gloria y estabilidad institucional, se unieron en un solo grito por la pronta normalización del club. Alrededor de mil hinchas, socios, vitalicios, dirigentes, exdirectivos, representantes de las distintas disciplinas, deportistas y allegados a la familia de Gimnasia y Tiro se unieron en el abrazo simbólico llevado a cabo ayer en inmediaciones a la sede social de calle Vicente López. Con armonía, en paz y una sola consigna (la normalización del club) los albos volvieron a unirse en una genuina manifestación de unión, embanderando la consigna unánime de regularización urgente, mientras aguardan por la resolución de la jueza Mirtha Avellaneda en relación con el pedido de normalización que presentó el órgano fiduciario en los últimos días, bajo la iniciativa de un grupo de socios de la entidad.

Inclusive, las dos facciones de hinchas que repudiablemente se pelean en ciertas ocasiones en la bandeja de calle Leguizamón por cuestiones de disputas de poder, convivieron armónicamente y entendieron el mensaje. La concentración arrancó alrededor de las 11.30, pero pasadas las 12 comenzó a poblarse el club con niños, jóvenes y ancianos unidos por una misma causa. Y comenzaron a marchar, con los socios vitalicios, muchos de los cuales se alejaron del club en los últimos años por aquella depresión colectiva que generaron los años de fideicomiso, a la cabeza.

Al final del abrazo simbólico, uno de los socios vitalicios dio un discurso esperanzador dirigido a los socios que esperan por la anhelada regularización, y provocó el grito unánime de repudio de la masa a la hora de mencionar al órgano fiduciario (“que se vayan todos” fue el hit que se impuso). Deportistas de distintas disciplinas se plegaron, y el semillero futbolístico del albo estuvo presente con los jugadores de la primera local que dirige Renato Riggio. Incluso, la pasión atravesó las fronteras, ya que también se registraron manifestaciones de hinchas en puntos neurálgicos del país, como el que los Albos de Córdoba organizaron en La Docta

 

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