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El Real Madrid convulsionó el viejo continente con la histórica y millonaria contracción de Gareth Bale, por quien pagó 100 millones de euros. La flamante incorporación del conjunto merengue fue presentado ayer oficialmente en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 30.000 fanáticos. El ex-futbolista del Tottenham inglés se ganó inmediatamente el corazón de los hinchas del Madrid porque jugó algunos minutos, interactuó con el público, revoleó pelotas a las tribunas como gentileza, y se besó la camiseta.
Luego, en conferencia de prensa Bale aclaró: “No tiene que ver conmigo. Es una cuestión entre Madrid y Tottenham. Yo quería venir incluso por un centavo para ganar títulos, la Champions y ser mejor jugador”, sentenció la nueva joya, quien confesó hincha del Real desde chiquito, por lo que catalogó un privilegio su llegada al club.