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En la época de los excesos, la violencia volvió a ocupar la atención de padres y educadores. Tema recurrente del bullying en nuestra sociedad, un adolescente resultó muerto a puñaladas a la salida de la escuela primaria para adultos. Lo mató su compañero de 17 años, que ahora es intensamente buscado por la policía en los barrios del extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe.
El trágico hecho ocurrió el jueves a la noche en la puerta del colegio Luis María Drago en cuya vereda la Policía secuestró dos armas blancas.
El episodio ocurrió alrededor de las 21, cuando los alumnos comenzaron a discutir dentro del establecimiento educativo, luego se trenzaron a golpes de puño y finalmente al salir de la escuela primaria para adultos Hipólito Yrigoyen que funciona en el mismo edificio del colegio Luis María Drago, del barrio Sargento Cabral- uno de ellos lo atacó a puñaladas.
Como los adolescentes de esta época están influenciado por la sensibilidad exagerada, discutían -sin punto de retorno- un problema que venía del barrio donde vivían.
De esa violencia escolar resultó víctima Joel Soto, de 16 años. Murió de dos estocadas en el abdomen. Fue trasladado urgente al Hospital José María Cullen de Santa Fe. Los médicos lo recibieron en estado crítico y constataron que sus signos vitales habían cesado completamente, por lo que ingresó fallecido al lugar. El jefe de la comisaría 5ta. de Santa Fe en declaraciones a un canal de televisión por cable explicó las causas del homicidio. El agresor está identificado, un alumno de 17 años buscado intensamente en los barrios del extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe, adonde se presume se refugió.
El fiscal Ricardo Fessia estuvo presente en el lugar y dialogó con el portero de la escuela y posteriormente se dirigió a la comisaría, adonde se entrevistó con las autoridades educativas para conocer en detalle el suceso.
Este nuevo homicidio, fruto de la violencia escolar, muestra cada vez es más visible la agresividad entre pares. Lentamente, se van formulando los diagnósticos y todos coinciden que se trata de un síntoma de la época, llamado “patologías del exceso”. Ya está desencadena en la sociedad.
Las patologías de estos actos se caracterizan por subir la carga emocional de los chicos y, en un descontrol de la conducta, proyectan en otro una agresión física o verbal.
El bullying, para los especialistas tal como se viene dando hasta ahora, tiene la característica de darse en la cotidianeidad de la escuela o ante el resentimiento social, prejuicio o intolerancia entre los mismos chicos. Esa violencia resulta así de altísima conflictividad en la convivencia escolar.
Un episodio tras otro
Desde el punto de vista de la salud mental, más que desde el pedagógico, se puede caracterizar actualmente a la violencia escolar argentina como un campo epidemiológico por la emergencia de las emociones violentas. Existe un brote que muestra la vulnerabilidad frente a la agresividad de la institución escuela.
El brote posee frecuencia y determinantes de época, como la vivencia de los jóvenes que entienden que la relación con los docentes es asimétrica y no toleran las diferencias. El brote también se vive entre las personas que son cercanas entre sí:compañeros, amigos, etcétera. Este brote virulento, pero distribruido en forma más general en la sociedad, fue descripto en el último documento de la Iglesia. El texto se titula “Felices los que trabajan por la paz”. Ante la frecuencia de los episodios violentos los obispos reclamaron “un compromiso de todos en el respeto de la ley”.
Las reflexiones episcopales sostienen: “Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes”. otros más sutiles”.
Guía antibullying para prevenir
El Ministerio de Educación de la Nación acaba de publicar, con cierta extemporaneidad al clima de violencia escolar que se vive, un manual destinado a prevenirla.
El trabajo se repartió en todas las jurisdicciones provinciales.
Se llama “Promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas”.
Está redactado por el Ministerio de Educación con el acuerdo del Consejo Federal de Educación que debe promoverlo para favorecer el desarrollo de acciones y herramientas que fortalezcan a las instituciones educativas y a los equipos docentes.
La guía no trata hechos consumados, es anticipatoria. El texto suministra lineamientos con una filosofía, una inteligencia, y garantiza derechos.
Tiene el objetivo de suscitar la reflexión para hacer una intervención temprana y no niega el conflicto. Los autores aceptan que la escuela naturalmente es un lugar donde se trabaja para la aceptación de las diferencias y la concordia. Busca marcar la generación de reglas y guiar la administración de conductas.
Algunos casos que ocurrieron en Argentina
Sonados casos impresionaron a la opinión pública, entre ellos figuran: en Mendoza, por la violencia, suspendieron las clases en una escuela. Una madre agredió a una preceptora. Los maestros mandaron a los alumnos a sus casas.
En Misiones, dos alumnas pelearon en la escuela y las maestras no intervinieron. La agresión se filmó. Las docentes fueron separadas.
En Junín, Naira Cofreces, de 17 años murió golpeada a la salida del colegio secundario.
En Entre Ríos, dos chicas, pelearon mientras las filmaban.