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Tiene dueño. Finalizó la Sun's Race y la Copa Juan Grisso fue para el tucumano Matías Giampietri, que resultó ser el mejor de la categoría principal del circuito tartagalense (como el año pasado), en la mayor fiesta norteña del enduro.
La decimoctava edición de la competencia se disputó con algunas dificultades por las intensas lluvias que hicieron que el terreno esté más complicado que de costumbre, pero ni eso aplacó a la gente, que llegó en masa al evento.
Durante toda la jornada se pudo observar un buen espectáculo. A las 10 largaron las categorías principiantes A y B, junior B, master B y C principiantes A y B, junior B, master B y C.
A partir de las 15, después del partido entre Argentina e Irán por el Mundial de fútbol, fue el turno de las categorías principales: senior A y B, junior A y master A.
La participación de los pilotos finalizó pasadas las 17, con la largada de los infantiles A y B.
En diálogo con El Tribuno, Luciano, el menor de los hermanos Benavides, se mostró con bronca por haber finalizado en cuarta posición, mientras que Kevin terminó segundo.
“Estoy un poco dolido porque había muchísimo barro. Largué quinto, fui mejorando y llegué a estar tercero hasta que me quedé en una trepada”, comentó.
“Luego tuve una remontada y en la segunda trepada, todos se estancaron. Nadie podía pasar y estuvimos media hora ahí, por eso decidieron terminarla una vuelta antes”.
Con respecto a la carrera que hizo su hermano mayor, Luciano aseguró que Kevin “iba bastante bien”, pero sufrió los problemas que tuvieron todos los corredores.
“Estuvo en primer lugar y, como todos, también quedó estancado en esa subida. Luego Giampietri lo pasó y pudo ganar. No fue un buen día para nosotros”.
Luego, José “Pepe” Butcovich, uno de los organizadores del evento, hizo referencia a las complicaciones del evento.
“Lamentablemente la lluvia complicó bastante el desarrollo de la competencia, pero eso escapa a nuestra buena voluntad”.
Pese al clima, el hombre se mostró satisfecho por el resultado de la decimoctava edición.
“Estamos contentos porque se pudo disputar otra competencia. No era posible pasarla para mañana (por hoy), y por eso se corrió a pesar del barro”.
Los tartagalenses, felices
Pese al enojo de los hermanos Benavides, quienes sí terminaron contentos fueron los tartagalenses, que se vieron invadidos por los equipos de enduro.
De esta manera, los hoteles, restaurantes y bares de la localidad norteña tuvieron una excelente recaudación y eso se vio reflejado en la felicidad de algunos comerciantes.
En cuanto al público, los norteños acompañaron la carrera en gran cantidad, como lo hacen año tras año.