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Anoche, el gobernador Juan Manuel Urtubey intentó lavar las manos de su administración ante el nuevo escándalo del IPV. No obstante, hay un abismo entre sus afirmaciones y los manejos que se sucedieron en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) en los últimos años.
“En mi gobierno se hace todo con licitación y se va a seguir haciendo así”, manifestó Urtubey. Justamente, el año pasado se evitó ese procedimiento en la contratación de Ilarent, la empresa que dejó abandonada 460 casas sin terminar en El Huayco y Atocha.
Matías Posadas, interventor del IPV, ante una consulta de El Tribuno, también intentó desviar las responsabilidades que recaen naturalmente sobre ese organismo. Insistió en que la constructora, que ya está en concurso preventivo, fue elegida por el Instituto de Vivienda de los Trabajadores (IVT), una asociación civil creada por la Uocra.
Al referirse al polémico caso, Urtubey afirmó anoche en el Delmi que esas operatorias comenzaron en 2006, con el anterior Gobierno.
En ese entonces, la Provincia firmó un acuerdo marco y desde ahí, a través del IVT, se canalizaron urbanizaciones como Los Pinares, en Cerrillos, con terrenos aportados por la Uocra, otros sindicatos y particulares. Sin embargo, ya con Urtubey en la gobernación, la Provincia empezó a ceder los lotes, violando el convenio del Programa Federal de Construcción de Viviendas (luego Techo Digno). Ocurrió en el barrio Posta de Yatasto, El Huayco, Parque Belgrano y Atocha.
Al lograr mayor soltura en las oficinas de avenida Belgrano al 1349 , el IVT se convirtió en una mayorista obras. De ese modo la definen los empresarios que quedaron excluidos de presentar ofertas para los proyectos que maneja la entidad ligada a la Uocra.
En ese contexto, el IPV permitió que el IVT le adjudicara a Ilarent la construcción de 300 viviendas sociales en El Huayco y otras 160 en Atocha, pese a que vecinos de Los Ceibos habían denunciado fallas constructivas en las ampliaciones de esa urbanización de la zona sur.
Por ese antecedente, de acuerdo con el artículo noveno del convenio del Programa Federal, la constructora no podía haber sido beneficiada con nuevos planes habitacionales.
La norma también establece que los organismos provinciales son los encargados de llamar a licitación pública para los planes de viviendas con fondos federales. No obstante, se habilita a los municipios y las entidades intermedias, pero a estas últimas les corresponde poner los lotes donde se harán los nuevos barrios.
Aunque el extitular del IPV, Fernando Alesanco, Posadas y Urtubey hayan querido despegarse del problema que dejó Ilarent, el 21 de mayo, el organismo de viviendas y el IVT firmaron un acta de recepción provisional de las casas de Atocha. En el documento, que certificó la escribana Mariana Pérez Zalazar, el IPV reconoce que es titular del predio y que recibe los trabajos “en el estado en que se encuentran”. Se detalló que el avance de obra era del 23%.
Curiosamente, un día antes, en un procedimiento similar, se realizó un relevamiento de las obras de El Huayco, aunque la notaria no especificó el nivel de edificación.
El interventor aseguró que a Ilarent se le habían impuesto multas por los trabajos paralizados e indicó que “fue el IVT quién rescindió el contrato”. Sin embargo, la empresa se esfumó antes, dejando un tendal de deudas a proveedores y 250 trabajadores, que reclamaban el pago de dos quincenas, a la deriva.
La asociación civil de la Uocra, según informó Posadas, se presentó en el concurso contra Ilarent y encaró una demanda penal por el abandono de las obras.
La Justicia no solo deberá dar respuestas a esa presentación. La intermediación del IVT en los proyectos habitacionales tienen, al parecer, otras irregularidades.
Fuentes internas del IPV y empresarios de la construcción afirmaron que la asociación civil que dirige María Cristina Nieto Suanno percibía porcentajes por cada certificación de obra.
A su vez, se tendrá que resolver quién responderá por los fondos que se le habían adelantado a Ilarent por las 460 viviendas.
Acta de Recepción de Las Obras Abandonadas por Ilarent by