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Entre la avenida Juan B. Justo y el pasaje "G" del barrio Postal hay una plazoleta triangular de unos pocos metros cuadrados. Allí hay de todo: bolsas con basura, desechos de perros, restos de comida y hasta escombros de las construcciones cercanas .
En el mismo espacio hay un cesto grande destinado a la basura, aunque todo está afuera. Un microbasural con un cesto vacío es la paradoja diaria.
El tacho dice que está destinado para la basura de las casas de los pasajes "H" e "I", y corresponde a unas cuatro viviendas aproximadamente.
La desidia es tan grande que los vecinos ya se cansaron de pedir a las autoridades municipales para que limpien el lugar.
También se debe decir que es culpa de los inescrupulosos que tiran la basura en la plaza, que luego no se puede usar.
En el espacio verde hay una tipa inmensa y añosa que brinda una hermosa sombra que podría ser utilizada para el ocio y tiempo libre.
Pero no todo queda en esa entrada al barrio Postal. En el pasaje "X", a pocos metros de la plazoleta antes mencionada hay otra plaza. Si bien esta segunda tiene juegos para niños, también tiene basura, descuido y el pasto alto.
Aquí también la paradoja es evidente porque es una plaza para niños sin niños. Están los juegos solos, sin nadie que los utilice.