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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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La nueva ciclovía urbana estaría lista en 4 meses

Martes, 30 de junio de 2015 00:00
Vista aérea de la construcción de la ciclovía. Javier Corbalán
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El Gobierno provincial presentó ayer los avances de la obra que dotará de una nueva ciclovía a la ciudad de Salta: costará 17 millones de pesos y estaría terminada en unos cuatro meses.
La convocatoria fue realizada por el presidente de la Autoridad Metropolitana de Transporte de Salta, Gustavo López, a todos los medios de prensa.
Se trata de la denominada ciclovía urbana, que se ubica entre las calles Chiclana y la avenida Patrón Costas, vinculando a lo largo de su recorrido puntos importantes de la ciudad, como la terminal de colectivos, el principal parque urbano de la región (parque San Martín), sectores cercanos al microcentro, áreas deportivas y comerciales y zonas residenciales. Finalizará en el área campus de la Universidad Católica de Salta (Ucasal), hasta conectarse con la ciclovía existente en la Patrón Costas.
"Se trata de una obra de casi 7 kilómetros que va desde la Católica hasta la terminal, por la avenida Bicentenario de la Batalla de Salta y la Reyes Católicos. Nosotros calculamos que en cuatro meses estará lista", dijo López, que se apostó a unos metros de la segunda rotonda de Tres Cerritos.
El costo de la obra estará financiado por el Banco Mundial, bajo la coordinación de la Unidad Ejecutora Central del Ministerio del Interior y Transporte de la Nación, a través del proyecto de Transporte Urbano para Áreas Metropolitanas.
"Tenemos abierto tres frentes de obra. El primero está en este momento en la calle O''Higgins, el segundo en la terminal y el tercero en la rotonda de Limache. Este último punto se realiza para conectar las ciclovías que vienen desde el sur y que en esa parte están desconectadas", dijo López.
La que está encargada de realizar las tareas es la empresa Incovi, que en la voz del ingeniero Luis Alena detalló que el total de la ciclovía urbana cuenta con tres tramos bien diferenciados.
El primer tramo comprende desde las calles Chiclana a Los Naranjo. Tiene una extensión de 4,16 km y la ciclovía se ubica sobre el boulevard divisorio de ambas manos de la avenida aprovechando el espacio disponible.
Para ello el trazado se adecua a la vegetación existente (minimizando la cantidad de arbustos a remover) y a las interferencias que se presentan tanto sobre el boulevard (monumentos varios, plazas, rotondas, plazoletas) como en los cruces con otras vías.
El segundo tramo va desde la calle Los Naranjos hasta el predio de la exdestilería YPF. Tiene una extensión de 1,96 km. En este tramo la ciclovía se convierte en bicisenda, bajando a la calzada. Ello se materializa señalizando, mediante cordones premoldeados de hormigón y delineadores retráctiles refractivos, ambos sentidos de circulación ciclística en la mano sur - norte de la calzada de Reyes Católicos.
El último tramo va desde el predio de la YPF hasta la Patrón Costas. Tiene una extensión de casi 400 metros y en esta zona se alterna ciclovías en veredas con bicisendas en calzada de forma tal de compatibilizar la seguridad tanto de ciclistas como de los demás conductores.
En el sector del bajo puente la ciclovía se desdobla en ambos sentidos de circulación para adecuarse al ancho de calzada existente.
El malestar de los vecinos
Durante la presencia de los funcionarios gubernamentales y profesionales de la empresa contratista, en la platabanda de la avenida Reyes Católicos, algunos vecinos se reunieron para indicar ciertos detalles de la obra con los cuales están disconformes.
"Quieren hacer una bicisenda por la platabanda y al final de cada cuadra dejaron los cordones como están. Las bicis no pueden bajar y menos los coches de bebés", dijo un vecino de la segunda rotonda.
Otra mujer, de enfrente del supermercado ubicado a 50 metros a lado de la estación de servicio, dijo que esa parte "siempre se usó para caminar", pero que desde ahora no lo podrán hacer porque pasarán las bicicletas.
"Acá hay muchas personas grandes que salimos a hacer ejercicios y ahora tenemos miedo de que se nos vengan con las bicicletas encima", comentó un hombre.
La otra gran queja que se escucha a lo largo de toda la autovía es que están destruyendo los árboles y arbustros al paso de las máquinas excavadoras.
Si bien en una zona trasplantaron algunas plantas, en muchos otros lugares los obreros destruyeron todo a su paso y eso no le gustó a nadie.

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