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Comerciante agasajó a más de 500 chicos

Lunes, 10 de agosto de 2015 00:00
Los chicos fueron los agasajados por la familia Alarcón. Corresponsalía
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José "Tony" Alarcón, un comerciante de la ciudad de General Gemes, decidió junto a su esposa Valeria, retribuir la generosidad con que la vida los premió.
La familia Alarcón subsistió gracias a la venta de empanadas. Julia, la mamá de Tony, tenía un puesto en el mercado municipal, lugar donde él muchas veces prestó colaboración.
El esfuerzo familiar hizo crecer el negocio y pronto incorporaron una librería.
Tony se independizó y abrió un restaurante sobre calle Rodríguez. "Dios me dio una manito y yo quiero hacer lo mismo con aquellos que menos tienen", expresó Tony.
Lo primero que se le ocurrió fue armar mesas navideñas. Así, en 2012 salió en búsqueda de familias necesitadas, anotó sus direcciones y mucho antes de la medianoche, llegó a cada una de ellas para hacerles entrega de una completa mesa de Navidad.
"Fue una experiencia muy gratificante, especialmente por los niños de cada casa. Esa alegría que ellos demostraron me motivó para hacer algo para el Día del Niño y decidí invitarlos a un almuerzo".
Para los más chicos
Así fue como en agosto del 2013 invitó a 120 niños a compartir un almuerzo en su local, con entrega de juguetes y golosinas incluida.
"Por suerte, mis empleados, sumados a otros voluntarios, prepararon la comida y juntos los hicimos jugar, fueron pocos los momentos de tanta felicidad como ése que recuerdo haber vivido".
Mucha gente comenzó a enterarse y el número de voluntarios empezó a crecer.
Este año, los festejos adelantados por el Día del Niño fueron multitudinarios. Participaron más de 500 chicos de la ciudad y de parajes como Madre Vieja y Torzalito.
"Con la ayuda de amigos y otros comercios ahora puedo realizar una verdadera fiesta. Este año hubo peloteros, metegoles, bandejas de comidas, golosinas, juguetes, juegos y también hubo baile. Incluso hasta docentes colaboraron con el cuidado de los niños. Comenzamos con pocos, pero ahora llegan de parajes cercanos. Este año ya superaron los 500 chicos", cuenta con mucha emoción José.
La magnitud de los festejos hizo que el local de José quedara chico, así que debieron cortar la calle y ocupar toda la cuadra.
"Muchos me preguntan por qué doy de comer en forma gratuita a 300 familias ¿Y qué les puedo contestar? Es porque me gusta, porque siento la necesidad de ayudar, porque la vida me dio mucho y quiero compartir un poco con otros menos favorecidos. Nada más que por eso", concluyó Tony Alarcón.
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