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Entre las calles Juana Moro de López y Miguel Ortiz está el principal problema para los vecinos que viven en el lugar. Son las únicas calles con ripio y la gente ya amenaza con iniciar medidas de protesta por la falta de asfalto.
Como no pavimentaron esas cuatro cuadras, algunos vecinos empezaron una investigación sobre el tema. Tienen dudas sobre los motivos por los cuales no se hicieron las obras hasta ahora.
Según se detalló, en enero de 2009, licitaron la pavimentación de 10 cuadras de la calle Pachi Gorriti. En esa oportunidad, el presupuesto fue fijado en $945.448. Pero se asfaltaron solo seis.
Los antecedentes del barrio llevan a 2012, cuando el entonces concejal Sergio Gustavo Castro presentó un proyecto de resolución en el Concejo Deliberante para solicitar que el Ejecutivo Municipal proceda a la realización de obra de pavimentación en la calle Pachi Gorriti.
Al año siguiente, el intendente Miguel Isa anunciaba la pavimentación de esas 4 cuadras con un presupuesto de 500 mil pesos. En 2014 desde el municipio volvieron prometer la misma obra por el mismo monto. Aún así, las obras todavía no se realizaron.
Demanda
Los vecinos ya están indignados con tantas promesas incumplidas y siguen sin saber los motivos concretos del atraso en las obras que necesitan.
"Nosotros pudimos certificar que en el presupuesto 2014 estaba destinado el monto para nuestra calle", dijo Alberto, un vecino de Pachi Gorriti esquina Borja Díaz.
"Por más que hayan reconstruido la pared del canal, en tiempos de lluvia esto se vuelve un río y no hay forma de entrar o salir de la casa", dijo Juana, otra vecina de la misma calle al 1900.
"Queremos que nos den alguna explicación o solución de manera urgente, antes de que termine el mandato de Miguel Isa, porque si no en cualquier momento cortamos las vías", insistió Alberto.
El vecino dijo que se analiza la posibilidad de bloquear el tránsito en la intersección de Pachi Gorriti y Juana Moro, donde está el paso a nivel y confluyen muchos vecinos y vehículos.
Las lluvias llegarán indefectiblemente en el verano y están desesperanzados. Temen que se termine la gestión de Miguel Isa sin que se hayan cumplido las promesas.
Aseguran que cuando llegue febrero, no podrán pasar ni las ambulancias por el barro, como ocurre cada año.
"Una de nuestras vecinas es ciega. Además está enferma de los riñones y debe realizarse diálisis tres veces a la semana", dijo Omar Vilte, un hombre que hace un tiempo llamó la atención sobre el problema.
En los días de lluvias tuvieron muchas dificultades para trasladar a la mujer enferma porque ningún remisero ni taxista quería pasar por el lugar para buscarla.