El papa Francisco se reunió ayer en Filadelfia con víctimas de actos pedófilos cometidos por sacerdotes, educadores y miembros de sus familias, y dijo que "Dios llora" por estos hechos, en el último día de su gira por Estados Unidos. El Sumo Pontífice argentino, de 78 años, también visitó una prisión y saludó personalmente a un centenar de detenidos, criticando a los sistemas penitenciarios que "no buscan generar nuevas oportunidades", en un país que aplica la pena de muerte. "Dios llora. Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo", afirmó Francisco en una reunión con obispos estadounidenses por la mañana, en la que informó sobre un encuentro previo con víctimas de pedofilia de la Iglesia. "Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuenta", agregó el primer papa del continente americano. Francisco recibió durante una media hora en el seminario San Carlos Borromeo a tres mujeres y dos hombres "víctimas de abusos sexuales perpetrados por miembros del clero, educadores y miembros de sus familias", según un comunicado del Vaticano. Filadelfia, ciudad de la costa este a medio camino entre Washington y Nueva York, fue una de las más devastadas en Estados Unidos por este escándalo en los años 80. Francisco había hablado de lo ocurrido durante este viaje, pero siempre de manera discreta. Su antecesor, Benedicto XVI, se había reunido con víctimas en Boston en 2008. Las asociaciones de víctimas no reaccionaron en lo inmediato.
Francisco se despidió de Estados Unidos con una misa ante 1,5 millones de personas que servirá de clausura también al VIII Encuentro Mundial de las Familias católicas.
En una prisión
Tras su encuentro con las víctimas y su presentación ante los obispos, el Papa cumplió con una actividad que a menudo forma parte de sus viajes pastorales, dirigiéndose a la prisión de Curran-Fromhold, en las afueras de esta ciudad del este del país. "He venido como pastor pero sobre todo como hermano a compartir su situación y hacerla también mía", dijo en un discurso antes de estrechar la mano uno por uno a los presos sentados en fila en un amplio hall. Francisco intercambió incluso algunas palabras con varios de ellos y recibió de regalo una hermosa silla fabricada por los propios detenidos. En su mensaje en español criticó que "es penoso constatar sistemas penitenciarios que no buscan curar las llagas, sanar las heridas, generar nuevas oportunidades".
Una estrella humilde
Este décimo viaje del primer papa del continente americano comenzó en Cuba, donde instó al país a continuar la senda de la reconciliación. Desde su llegada a Washington, que incluyó también un inédito discurso el jueves ante las dos cámaras del Congreso, Francisco despertó una explosión de alegría, con multitudes que lo han seguido a cada lugar en que estuvo.
Tratado como una estrella de rock, el Papa se mantuvo firme en sus principios de humildad y cercanía con los sectores más vulnerables, despertando la admiración de responsables de todos los colores políticos, la prensa y hasta los no católicos.
Desde desplazarse en un pequeño Fiat 500, rechazando utilizar vehículos grandes o lujosos, almorzar con los sin techo en Washington o visitar a niños y familias inmigrantes en el barrio desfavorecido de Harlem en Nueva York, el mensaje ha sido el mismo.
Decálogo de frases
"Los crímenes, los pecados de los abusos sexuales a menores no pueden ser mantenidos en secreto durante más tiempo. Ustedes, ellos, los supervivientes de abusos se han convertido en verdaderos heraldos de esperanza y ministros de misericordia; humildemente les debemos a cada uno de ellos y a sus familias nuestra gratitud. Me comprometo para proteger a los menores y prometo que los responsables rendirán cuentas".
"Lo más importante de hoy parece que es ir detrás de la última tendencia. Estamos corriendo detrás de un like y de aumentar el número de followers. El mundo parece se ha convertido en un gran shopping"
"Lo importante de hoy parece que lo determina el consumo: consumir amistades, religiones. No importa el costo ni las consecuencias. Es un consumo que no genera vínculos y que va más allá de las relaciones humanas. Los vínculos son un mero trámite en la satisfacción de mis necesidades. El Evangelio no entra detrás de la cultura del consumismo".
"Vivimos en una sociedad con miedo al compromiso, en una búsqueda desenfrenada por sentirse reconocido. Muchos retrasan el matrimonio en espera de unas condiciones materiales ideales. Mientras tanto, el mundo se consume sin sabor. Son las familias las que transforman el mundo y la historia".
"No caigamos en la trampa. Muchos jóvenes han interiorizado un miedo inconsciente. Invitemos a los jóvenes a que sean audaces. Señora, no le planche más las camisas a su hijo".
"El mundo es un desastre y, si esto sigue así, no sabemos adónde vamos a parar. Suena a tango argentino".
"Una iglesia que solo explica su doctrina es peligrosa y desbalanceada. Es vital que la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, sin asco y sin miedo".
"Los conceptos de matrimonio civil y religioso ya no coinciden".
"Orar es el primer trabajo del obispo; el segundo es predicar".
"Nuestro ministerio necesita desarrollar la alianza de la Iglesia y la familia".