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Al menos 500 personas llegaron el domingo hasta La Zanja-Rodeo. Fueron muchos los que desafiaron la probabilidad de lluvia y se llegaron hasta la Feria de Pequeños Productores de Escoipe, que se realizó esta vez en el puesto ubicado a unos 10 kilómetros de la entrada por la ruta provincial 33, justo antes de El Maray.
El paisaje es imponente y verde, las nubes pasan cerquita y el lugar está fuera de todo mapa turístico: es único.
Al menos 10 familias pusieron a la venta sus productos, obtenidos de una forma de agricultura que prioriza lo orgánico sobre los pesticidas, que siembran en pequeñas parcelas en una economía de autosustento.
Se debe decir que desde hace 3 años vienen funcionando la Organización de Pequeños Productores de Escoipe que agrupa a unos 50 socios.
La Organización, como la definen ellos, tiene socios de El Nogalar, Agua Negra, Escoipe, San Martín y La Zanja. Todos trabajan orgánicamente en autoabastecimiento, en banco se semillas, riego y cooperan entre los puestos.
Allí vendieron arvejas, choclos capia, porotos pallares y manzanas dulces. El presidente de la Organización, Claudio Yonar, y la referente Mariela Domínguez recibieron a El Tribuno con mate cocido y bollos caseros.
De un lado estaban los productores con los quesos, artesanías, dulces y productos del campo y del otro estaban las fondas con locro, carnes asadas, humitas y empanadas.
Pasado el mediodía, se abrió oficialmente la feria mediante una corpachada a la Pachamama de la que participaron los visitantes junto a los productores. Un erke y las cajas de las copleras le pusieron color a esos valles altos y verdes.
Destacable es el rol de los profesionales del INTA, especialmente de Cambio Rural, que brindó hasta ahora capacitación sobre riego, poda, conservas, invernaderos rústicos, semillas, etc. Fueron de algún modo los promotores del trabajo organizado.
La tercera pata del trabajo le corresponde a la administración Ivetich, de la Municipalidad de Chicoana, que siempre pone a disposición los vehículos comunales para estos eventos y para todo traslado.
El paisaje es imponente y verde, las nubes pasan cerquita y el lugar está fuera de todo mapa turístico: es único.
Al menos 10 familias pusieron a la venta sus productos, obtenidos de una forma de agricultura que prioriza lo orgánico sobre los pesticidas, que siembran en pequeñas parcelas en una economía de autosustento.
Se debe decir que desde hace 3 años vienen funcionando la Organización de Pequeños Productores de Escoipe que agrupa a unos 50 socios.
La Organización, como la definen ellos, tiene socios de El Nogalar, Agua Negra, Escoipe, San Martín y La Zanja. Todos trabajan orgánicamente en autoabastecimiento, en banco se semillas, riego y cooperan entre los puestos.
Allí vendieron arvejas, choclos capia, porotos pallares y manzanas dulces. El presidente de la Organización, Claudio Yonar, y la referente Mariela Domínguez recibieron a El Tribuno con mate cocido y bollos caseros.
De un lado estaban los productores con los quesos, artesanías, dulces y productos del campo y del otro estaban las fondas con locro, carnes asadas, humitas y empanadas.
Pasado el mediodía, se abrió oficialmente la feria mediante una corpachada a la Pachamama de la que participaron los visitantes junto a los productores. Un erke y las cajas de las copleras le pusieron color a esos valles altos y verdes.
Destacable es el rol de los profesionales del INTA, especialmente de Cambio Rural, que brindó hasta ahora capacitación sobre riego, poda, conservas, invernaderos rústicos, semillas, etc. Fueron de algún modo los promotores del trabajo organizado.
La tercera pata del trabajo le corresponde a la administración Ivetich, de la Municipalidad de Chicoana, que siempre pone a disposición los vehículos comunales para estos eventos y para todo traslado.
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