Son barrios que fueron olvidados. Algunos tienen más de 40 años de antigüedad y siguen con los mismos problemas. Para ellos es como si el tiempo no pasara. Calles de tierra, sin cordón cuneta, sin agua corriente de red, gas o cloacas en sus casas. La zona este es una de las más postergadas de la ciudad por los niveles de pobreza y exclusión que se ven al visitar el lugar. Cerca del cerro, enclavados sobre las serranías, se encuentran algunos de los asentamientos con más necesidades de la ciudad.
Calles intransitables, sin transporte público, sin seguridad policial y el agua que se tiene que retirar de un caño comunitario, sin recolección de residuos, son algunas de las postales que se viven en esos barrios, que fueron creciendo con el tiempo y nunca fueron regularizados. El problema de la falta de escrituras también afecta a la mayoría de los pobladores.
Los habitantes de esos barrios, se han cansado de protestar y cortar calles llevando sus quejas que hasta ahora nunca fueron escuchadas.
En su desesperación, al ver que pasan los años y no reciben respuestas de los gobernadores, doce barriadas (Floresta, Las Colinas, San Mateo, Canillita, San Lucas, Torino, Mirador, Portal de Güemes, Constitución, Autódromo, Mitre, Lomas del Cerrito y La Angostura) decidieron formar el "Consejo de Vecinos Unidos de la Zona". Esta organización barrial quiere que se refleje cuál es la realidad de la comunidad en la que viven.
Rafael Dávalos y Soledad Castaño son dos de los representantes de ese Consejo. Ambos llegaron a la planta editorial de El Tribuno para exponer sus problemas.
Rafael Dávalos comentó a este matutino que en algunos barrios hay expedientes de obras desde la época en que Ennio Pontussi fue intendente de la ciudad de Salta, allá por el año 1997. "Son pedidos de obras públicas, en los que solicitamos cordón cunetas, pavimento, agua, cloaca", aclaró el vecino.
Para Dávalos, una obra que es fundamental es la canalización del cerro para que el agua que baja sea desviada al río Arenales. "Cuando llueve por la zona es un desastre y en toda la zona este viven más de 21 mil familias".
La situación del agua, según cuenta Rafael Dávalos, es extrema. "En algunos barrios no hay tanque de agua, las personas tienen tachos de 200 litros para juntar agua cuando pasa el camión cisterna", esclareció el vecino. Y explicó qué peligro representa. "Allí hay un problema porque a esos tanques los tienen que revestir por adentro con alquitrán. Aquí es donde tendría que intervenir la parte de Salud, es imposible consumir esa agua".
Soledad Castaño, quien forma parte de Consejo, dijo: "En este momento en Floresta estamos denunciando el estado de las calles que es terrible". Y agregó: "Estamos pidiendo con urgencia que pasen las máquinas mínimamente y se empiece con un proyecto de urbanización en la zona para dar soluciones a los que viven ahí".
Solo existen soluciones momentáneas
Las calles de tierra son un problema. En épocas de lluvia son intransitables. La falta de pavimentación pesa en la barriada. Es un gran problema porque el transporte público no llega. Soledad Castaño, en diálogo con El Tribuno, denunció que a los barrios de la zona les dan soluciones momentáneas. “Cada lluvia que hay se vuelve a llevar todo el arreglo que hicieron”, añadió.
La vecina de Floresta comentó que hace unas semanas tuvieron una reunión con la secretaria de Obras Públicas de la Municipalidad, Beatriz Blanco, y la arquitecta Paula Castro. “Nos hablaron de los proyectos que estaban presentando para obtener fondos de la Nación, pero eso va a llevar tiempo”, expuso. Y ellos están cansados de esperar.
“Nosotros planteamos que como ciudadanos seguimos haciendo contribuciones, entonces ese dinero tienen que administrarlo de forma que también el municipio aporte las obras que necesitamos”, aclaró Castaño, y amplió: “Nos parece bárbaro que haya un trabajo en conjunto con la Nación, pero en el mientras la Municipalidad también nos tiene que dar una respuesta”.
Esta vecina dijo que esta nueva gestión a cargo de Gustavo Sáenz promete llevar soluciones a los que más lo necesitan. Los vecinos esperan que se concreten avances. “Hay sobrados ejemplos de que nunca se hizo nada y muchas veces nos dijeron que se iban a hacer”, dijo y pidió que la nueva gestión dé soluciones.
Lo cierto es que Floresta es un barrio que tiene más de 40 años de antigüedad y sigue creciendo.
“La gente sigue subiéndose a los cerros. Nosotros lo que queremos es que esto sea de conocimiento público, que la gente se entere de cuál es nuestra situación”, finalizó Castaño.
Agua para ocho barrios de la zona
Según los vecinos, llevar agua potable para ocho barrios de la zona este costaría 40 millones de pesos. El proyecto ya fue presentado a Aguas del Norte y la obra que debería ejecutar la empresa consiste en conducciones, sistemas de bombeo, sistemas de reserva y distribución. Con este proyecto se verían beneficiados más de 12 mil habitantes y se aumentarán al sistema de distribución de agua de red 2.690 usuarios nuevos.