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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Santos Vergara: "Una de las cosas más lindas que me han ocurrido en la vida es aprender a leer y escribir"

Miércoles, 27 de abril de 2016 20:57
Santos Vergara pasó por uno de los eventos literarios más importantes del año. En el marco de "Orán en la Feria, sus libros, sus autores", el destacado escritor oranense se hizo presente para difundir la literatura del Trópico en la 42ª Feria Internacional del Libro que se llevará a cabo hasta el 9 de mayo, en el Predio La Rural de Buenos Aires. Docente, gestor cultural, hombre curioso y emprendedor por naturaleza, Vergara llevó al stand de Salta la reedición de su novela "La vuelta del perro", obra que es solicitada en universidades y librerías de todo el país. También llevó Cuadernos del Trópico Nº14, y el poemario "Cuatro Voces y Siete Pecados", producción colectiva del Taller Literario del Grupo LEPEB (Letras por el Bicentenario). Resistiendo a la lluvia que caía sobre Palermo, el artista se prestó a un diálogo con El Tribuno.

¿Cómo ha logrado tanto protagonismo de las letras de Orán a nivel nacional?
Empezamos a difundir la literatura en Orán con diferentes iniciativas lo más creativas posibles. Por un lado, tenemos un grupo que ha ido cambiando el nombre y de formato a lo largo de más de veinte años. Actualmente se llama LEPEB (Letras por el Bicentenario), y comenzó a funcionar en 2010 con la idea de unir a las letras y la historia en torno a ese tema. Hemos realizado presentaciones de libros, disertaciones, y de formas de proponer la lectura a través de eventos creados por nosotros.

¿Cómo "La casa tomada"?
Claro. Tomábamos un domicilio particular y lo convertíamos en un centro cultural de 12 horas ocupando el patio y otros espacios. Nosotros hacemos un ciclo por año. Otro fue "El Banquete de la palabra", una especie de banquete ficticio en función del de Platón, porque allí habla del amor y la amistad. Los filósofos no estaban meditando al aire, se juntaban en unas comilonas impresionantes. Nosotros convocábamos, pero a comer poesía, esculturas, pinturas. Otra cosa bastante original fue la "Lluvia de poemas" en la que, a través de un avión, tiramos 15.000 poemas de autores de Orán sobre la ciudad. También alguna vez hicimos el "Piquete de la poesía": nos disfrazamos de piqueteros, llevamos tachos y gomas a las calles con pancartas que decían "Salvemos a los niños desnutridos de la poesía" y una olla popular con cartillas y poemas. Y la gente hacía fila para tomar una al azar. Hicimos siembras de libros en lugares públicos. Todo el tiempo estamos tratando de inventar formas para acercar a los lectores a la poesía en Orán y cuando hay eventos en otros lugares, tratamos de estar presentes con nuestros libros. Tenemos más de 70 títulos publicados.

¿Títulos de autores oranenses?
Sí, con la editorial "Ediciones cooperativas del Trópico" editamos a los autores nuestros. Aparte ya vamos por el número 14 de Cuadernos del Trópico, una revista con diez años de antigüedad, en formato libro de 120 páginas, donde publicamos entrevistas, comentarios de libros y a autores de todo el Noroeste argentino y de otros lugares. En esta Feria del Libro me acompaña un autor muy joven, David León, quién ha conmovido a muchos lectores a través de un poemario que se llama "Jaguares" y que ha sido comentado con halagos por Teresa Leonardi Herrán. También me acompañó la cantante Rosa Luna con sus coplas tradicionales a capella.

¿Cómo te sentiste con la convocatoria que tuvo la presentación?
El acto fue muy lindo y superó nuestras expectativas en cuanto a asistencia. Porque si bien el stand cuenta con unas veinte sillas, estuvo repleto y había gente afuera estirando el cuello para ver lo que pasaba adentro.

¿Hay algún rasgo diferenciador entre los autores del Trópico y los de otras zonas de la provincia?
Lo diferente es la realidad del lugar donde vivimos. Es un pedazo de la provincia un poco aparte en lo social y lo económico, distinto de lo que se promociona para el turismo que es la Salta colonial, la de los gauchos de Güemes. Nosotros somos una Salta diferente: está la selva, los ríos, los pájaros, el calor de más de 40 grados. Es zona de frontera en todo sentido. Por un lado, porque en el Valle de Zenta terminan las últimas formaciones montañosas de la precordillera chaco-salteña. Y a partir de Orán hacia el este está la llanura chaqueña que es otro paisaje, otra realidad y otra cultura. Orán está en el medio entre la llanura y la montaña. Es una zona de frontera geográfica, lingüística y cultural. Esa diversidad, la pequeña Babel que es Orán, se diferencia del resto de Salta.

Tuviste una escolarización técnicamente tardía ¿Cómo influyó eso en tu escritura?
Yo nací en un barrio marginal, muy pobre de Orán. Mi padre me mandó a primer grado y no me pudo mandar más. A los 15 años y por cuenta propia mientras trabajaba, terminé la primaria en un plan especial de dos años. Y mientras de día trabajaba de changarín, vendía maní en un carrito, era cadete y macheteba malezas, fui estudiando la secundaria en una escuela nocturna. Cuando terminé, ya pintaba y hacía esculturas pero escribir me hizo descubrir la palabra. Cuando la UNSa puso una sede en Orán y abrió la carrera de letras, me dediqué de lleno a escribir. Una de las cosas más lindas que me ha ocurrido es aprender a leer y escribir. Ahora que estoy jubilado, podré dedicarme más a producir.

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Santos Vergara pasó por uno de los eventos literarios más importantes del año. En el marco de "Orán en la Feria, sus libros, sus autores", el destacado escritor oranense se hizo presente para difundir la literatura del Trópico en la 42ª Feria Internacional del Libro que se llevará a cabo hasta el 9 de mayo, en el Predio La Rural de Buenos Aires. Docente, gestor cultural, hombre curioso y emprendedor por naturaleza, Vergara llevó al stand de Salta la reedición de su novela "La vuelta del perro", obra que es solicitada en universidades y librerías de todo el país. También llevó Cuadernos del Trópico Nº14, y el poemario "Cuatro Voces y Siete Pecados", producción colectiva del Taller Literario del Grupo LEPEB (Letras por el Bicentenario). Resistiendo a la lluvia que caía sobre Palermo, el artista se prestó a un diálogo con El Tribuno.

¿Cómo ha logrado tanto protagonismo de las letras de Orán a nivel nacional?
Empezamos a difundir la literatura en Orán con diferentes iniciativas lo más creativas posibles. Por un lado, tenemos un grupo que ha ido cambiando el nombre y de formato a lo largo de más de veinte años. Actualmente se llama LEPEB (Letras por el Bicentenario), y comenzó a funcionar en 2010 con la idea de unir a las letras y la historia en torno a ese tema. Hemos realizado presentaciones de libros, disertaciones, y de formas de proponer la lectura a través de eventos creados por nosotros.

¿Cómo "La casa tomada"?
Claro. Tomábamos un domicilio particular y lo convertíamos en un centro cultural de 12 horas ocupando el patio y otros espacios. Nosotros hacemos un ciclo por año. Otro fue "El Banquete de la palabra", una especie de banquete ficticio en función del de Platón, porque allí habla del amor y la amistad. Los filósofos no estaban meditando al aire, se juntaban en unas comilonas impresionantes. Nosotros convocábamos, pero a comer poesía, esculturas, pinturas. Otra cosa bastante original fue la "Lluvia de poemas" en la que, a través de un avión, tiramos 15.000 poemas de autores de Orán sobre la ciudad. También alguna vez hicimos el "Piquete de la poesía": nos disfrazamos de piqueteros, llevamos tachos y gomas a las calles con pancartas que decían "Salvemos a los niños desnutridos de la poesía" y una olla popular con cartillas y poemas. Y la gente hacía fila para tomar una al azar. Hicimos siembras de libros en lugares públicos. Todo el tiempo estamos tratando de inventar formas para acercar a los lectores a la poesía en Orán y cuando hay eventos en otros lugares, tratamos de estar presentes con nuestros libros. Tenemos más de 70 títulos publicados.

¿Títulos de autores oranenses?
Sí, con la editorial "Ediciones cooperativas del Trópico" editamos a los autores nuestros. Aparte ya vamos por el número 14 de Cuadernos del Trópico, una revista con diez años de antigüedad, en formato libro de 120 páginas, donde publicamos entrevistas, comentarios de libros y a autores de todo el Noroeste argentino y de otros lugares. En esta Feria del Libro me acompaña un autor muy joven, David León, quién ha conmovido a muchos lectores a través de un poemario que se llama "Jaguares" y que ha sido comentado con halagos por Teresa Leonardi Herrán. También me acompañó la cantante Rosa Luna con sus coplas tradicionales a capella.

¿Cómo te sentiste con la convocatoria que tuvo la presentación?
El acto fue muy lindo y superó nuestras expectativas en cuanto a asistencia. Porque si bien el stand cuenta con unas veinte sillas, estuvo repleto y había gente afuera estirando el cuello para ver lo que pasaba adentro.

¿Hay algún rasgo diferenciador entre los autores del Trópico y los de otras zonas de la provincia?
Lo diferente es la realidad del lugar donde vivimos. Es un pedazo de la provincia un poco aparte en lo social y lo económico, distinto de lo que se promociona para el turismo que es la Salta colonial, la de los gauchos de Güemes. Nosotros somos una Salta diferente: está la selva, los ríos, los pájaros, el calor de más de 40 grados. Es zona de frontera en todo sentido. Por un lado, porque en el Valle de Zenta terminan las últimas formaciones montañosas de la precordillera chaco-salteña. Y a partir de Orán hacia el este está la llanura chaqueña que es otro paisaje, otra realidad y otra cultura. Orán está en el medio entre la llanura y la montaña. Es una zona de frontera geográfica, lingüística y cultural. Esa diversidad, la pequeña Babel que es Orán, se diferencia del resto de Salta.

Tuviste una escolarización técnicamente tardía ¿Cómo influyó eso en tu escritura?
Yo nací en un barrio marginal, muy pobre de Orán. Mi padre me mandó a primer grado y no me pudo mandar más. A los 15 años y por cuenta propia mientras trabajaba, terminé la primaria en un plan especial de dos años. Y mientras de día trabajaba de changarín, vendía maní en un carrito, era cadete y macheteba malezas, fui estudiando la secundaria en una escuela nocturna. Cuando terminé, ya pintaba y hacía esculturas pero escribir me hizo descubrir la palabra. Cuando la UNSa puso una sede en Orán y abrió la carrera de letras, me dediqué de lleno a escribir. Una de las cosas más lindas que me ha ocurrido es aprender a leer y escribir. Ahora que estoy jubilado, podré dedicarme más a producir.

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