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El ministro de Salud de la Provincia, Oscar Villa Nougués, descartó de plano que vaya a renunciar y reivindicó lo actuado en la provincia, especialmente el Orán, frente a la epidemia de dengue que costó la vida de siete salteños. De ese modo desestimó la versión que lo incluía en la lista de ministros que serán desplazados en los próximos meses. El mismo gobernador Juan Manuel Urtubey ya había descartado, desde los Estados Unidos el desplazamiento del responsable sanitario de la provincia.
Cabe señalar que la cifra de siete muertos sobre un millar de contagiados es muy elevada. En 2009, durante el brote más grave que sufrió el país, se registraron 26 mil afectados y solo murieron cinco personas.
En Orán, luego del operativo de descacharrado del jueves anterior y con la llegada del frío, la epidemia dio una tregua, aunque el Aedes sigue presente en la región.
"Siempre debemos hacer autocrítica, aún cuando el resultado sea óptimo. Yo soy de los que piensan que siempre tenemos que hacer un estudio antes y posterior para evaluar los resultados, y como se ha trabajado para mejorar en lo que haya que mejorar, para cambiar lo que haya que cambiar y para afianzar lo que hay que afianzar. De todas maneras, en lo que es particularmente el caso dengue nosotros empezamos a trabajar, lo reitero una vez más en octubre y noviembre, con el lanzamiento de la campaña de verano, a partir de allí tuvimos un brote epidémico muy importante en la zona norte". Frente a los rumores sobre su renuncia, Villa Nougués dijo que trabaja "todos los días como si fuera el primero, con las mismas ganas, con las mismas ansias, fuerzas y responsabilidad". Consultado por El Tribuno, aseguró: "No pienso renunciar, de todas maneras trabajo todos los días como si fuera el primero, con las mismas ganas, con las mismas ansias, fuerzas y responsabilidad, pero también sabiendo que todos los días pueden ser el último en la función".
Su permanencia, dijo, "depende de decisiones del señor gobernador, que responden a políticas públicas que él, con la responsabilidad que le compete, lleva adelante".
Con relación al brote epidémico y la prevención dijo: "Hay dos cosas para considerar; en primer lugar, es posible prevenir la posibilidad de un brote, pero es complejo anticipar la magnitud que puede alcanzar".
"Gracias a Dios -agregó el ministro- el equipo de Salud se comportó a la altura de las circunstancias, más allá de que en el hospital de Orán se recibían alrededor de 250 a 300 consultas exclusivamente por síndrome febril. Este número ya está disminuyendo. Se tomaron medidas que no significaron otra cosa que afianzar de manera muy firme que ya se habían tomado como prevención, fundamentalmente el descacharrado, el saneamiento ambiental y el sellado de pozos ciegos. Esto tuvo un impacto directo en la disminución de los casos febriles".
Cabe señalar que la cifra de siete muertos sobre un millar de contagiados es muy elevada. En 2009, durante el brote más grave que sufrió el país, se registraron 26 mil afectados y solo murieron cinco personas.
En Orán, luego del operativo de descacharrado del jueves anterior y con la llegada del frío, la epidemia dio una tregua, aunque el Aedes sigue presente en la región.
"Siempre debemos hacer autocrítica, aún cuando el resultado sea óptimo. Yo soy de los que piensan que siempre tenemos que hacer un estudio antes y posterior para evaluar los resultados, y como se ha trabajado para mejorar en lo que haya que mejorar, para cambiar lo que haya que cambiar y para afianzar lo que hay que afianzar. De todas maneras, en lo que es particularmente el caso dengue nosotros empezamos a trabajar, lo reitero una vez más en octubre y noviembre, con el lanzamiento de la campaña de verano, a partir de allí tuvimos un brote epidémico muy importante en la zona norte". Frente a los rumores sobre su renuncia, Villa Nougués dijo que trabaja "todos los días como si fuera el primero, con las mismas ganas, con las mismas ansias, fuerzas y responsabilidad". Consultado por El Tribuno, aseguró: "No pienso renunciar, de todas maneras trabajo todos los días como si fuera el primero, con las mismas ganas, con las mismas ansias, fuerzas y responsabilidad, pero también sabiendo que todos los días pueden ser el último en la función".
Su permanencia, dijo, "depende de decisiones del señor gobernador, que responden a políticas públicas que él, con la responsabilidad que le compete, lleva adelante".
Con relación al brote epidémico y la prevención dijo: "Hay dos cosas para considerar; en primer lugar, es posible prevenir la posibilidad de un brote, pero es complejo anticipar la magnitud que puede alcanzar".
"Gracias a Dios -agregó el ministro- el equipo de Salud se comportó a la altura de las circunstancias, más allá de que en el hospital de Orán se recibían alrededor de 250 a 300 consultas exclusivamente por síndrome febril. Este número ya está disminuyendo. Se tomaron medidas que no significaron otra cosa que afianzar de manera muy firme que ya se habían tomado como prevención, fundamentalmente el descacharrado, el saneamiento ambiental y el sellado de pozos ciegos. Esto tuvo un impacto directo en la disminución de los casos febriles".
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