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La jornada de boicot a los supermercados que se había convocado a nivel nacional para protestar por la suba de precios tuvo poca adhesión en Salta. Ayer el movimiento fue casi normal en las cajas, aunque hubo manifestaciones en la plazoleta IV Siglos.
El reclamo se había dado a conocer por medio de las redes sociales y, aparentemente, no llegó a muchos consumidores locales.
La protesta contra los aumentos que tuvieron los artículos de primera necesidad en los últimos meses se convocaba bajo el lema "Súper vacíos".
La medida, a la que se unieron gremios y entidades de consumidores de todo el país, se puso en marcha apenas abrieron sus puertas los comercios.
"Acá entró tanta gente como cualquier mañana de un día de semana", dijo Cintia, que es jefa de línea de caja en un local de Leguizamón y Mitre.
En este negocio había una promoción que permitía pagar tres productos y llevarse cua tro.
Daniel, del supermercado ubicado adentro de un centro comercial, también dijo que fue un jueves normal y que tenían descuentos.
"Acá la gente viene a stockearse. Es decir que ve las ofertas y aprovecha para llevar por cantidad", dijo el encargado.
En una cadena de supermercados mayoristas también se vivió una jornada sin grandes cambios. La gerenta de la firma, Alejandra Román, estuvo en la sucursal de avenida Bolivia y observó que la cantidad de gente era la misma que cualquier mañana.
"Nosotros tenemos la cartelería normal, la de siempre. Pero también estamos con la tranquilidad de ofrecer los mejores precios porque tenemos segundas marcas que no dejan de ser buenas. Lo que nos pasa es que somos una cadena provincial y nuestro esfuerzo es día a día, porque no tenemos los convenios con los grandes proveedores. Priorizamos las marcas locales y por eso estamos pensando siempre en cómo beneficiar a nuestros clientes", dijo Alejandra.
El malestar se notó, sin embargo, en el ánimo de los empleados de los supermercados. Ellos expresaron que, por la inflación, la gente comenzó a comprar cada vez menos en los súper. También consideraron que la situación para ellos podría empeorar a raíz de la convocatoria a no ir a las grandes cadenas, que se repetiría en las próximas semanas. "El boicot enfrenta a trabajadores contra trabajadores y es el Estado quien debe controlar los precios", opinó un cajero.