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"Estos son datos de la realidad y por eso desde las inmobiliarias advertimos que la demanda es permanente y cada vez más creciente en términos de requerimientos de alquileres", aseguró Juan Martín Biella, el titular de los corredores inmobiliarios. Dijo que en la provincia, sobre todo en el interior, hay muchas casas y ranchos, lo que constituye un porcentaje importante del déficit habitacional de marras. "Una casa que no cuenta con los servicios elementales no se puede considerar una vivienda, lo mismo que los módulos habitacionales que se han construido en muchos lugares", expresó.
El empresario también señaló que desde el sector advierten que a muchos inquilinos les cuesta llegar a fin mes por el deterioro de los salarios. "La sensación que hay es que el impacto de la inflación en el bolsillo de los asalariados ronda el cincuenta por ciento", apuntó. Frente a lo expuesto, Biella refirió que cuando alquilan una vivienda deben tomar todos los recaudos para garantizar que el inquilino va a poder cumplir con el pago de la renta que establece el contrato.
Puso como ejemplo el alquiler de una vivienda tipo en el barrio San Carlos que ronda los 5.000 pesos por mes. "En este caso el interesado debe tener un sueldo superior de los 15 mil pesos, por menos imposible", dijo. Explicó que en todos los casos, cuando se firma el contrato, el locatario debe depositar el equivalente a tres cuotas que consiste en: un mes de depósito, un mes de garantía y un mes de comisión. En la mayoría de los casos las inmobiliarias exigen un garante que sea propietario o que dé pruebas de solvencia económica.
Las inmobiliarias consultadas negaron en forme terminante que los incrementos de las tarifas estén relacionadas con la amplia demanda de alquileres. "Entendemos que esto sería despropósito y una falta de compromisos con nuestros clientes", dijo Patricia Quinteros, de la inmobiliaria Fedre. "Nosotros venimos administrando inmuebles desde hace tres y atendiendo a clientes en igual cantidad de tiempo y jamás nos aprovecharíamos de estas cosas", afirmó.
Quinteros destacó que "somos formadores de valores y tratamos de cuidar los intereses de las dos partes involucradas en este tema y las pequeñas diferencias se resuelven hablando". Por eso consideró que el incremento de los alquileres no puede superar el 30 %. "Para mí, un 35 por ciento es una locura", sentenció.