En una noche fría de junio, el joven periodista Rodrigo Gaspar Cinco puso fin a la vida de su novia, Alejandra Párraga, y la del único hijo de ésta: Amir Párraga, de solo dos años de vida.
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En una noche fría de junio, el joven periodista Rodrigo Gaspar Cinco puso fin a la vida de su novia, Alejandra Párraga, y la del único hijo de ésta: Amir Párraga, de solo dos años de vida.
Ambos murieron envenenados con cianuro de potasio que Franco Rodrigo Gaspar Cinco llevó en persona a la casa de su novia, para curar el llanto de Amir.
En la historia de los crímenes de Salta jamás hubo uno semejante. No se hallaron antecedentes de un hecho similar.
El joven periodista utilizó una inteligencia criminal y una frialdad jamás puesta en escena en esta capital.
El criminal Gaspar Cinco llevó personalmente el cianuro de potasio a la casa de su novia y se lo entregó a ésta asegurándole que se trataba de agua bendita.
Madre e hijo murieron en solo 7 minutos, mientras el asesino montaba una escena de dolor que lo llevó incluso a la guardia del hospital San Bernardo, para preguntar por el estado de salud de su novia, Alejandra Párraga.
Rodrigo Gaspar Cinco se negó a declarar una y otra vez y cuando lo hizo cargó culpas de manera demencial en contra de su propia víctima.
El fiscal penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, lo imputó por los delitos de homicidio doblemente calificado, por la relación de pareja y por el medio utilizado (envenenamiento) en perjuicio de Alejandra Párraga y por el delito de homicidio agravado por el medio utilizado (envenenamiento) en perjuicio del menor Amir Párraga.
Gaspar Cinco fue asistido durante la audiencia de imputación por un abogado particular y luego de conocer los hechos que se le imputaban, decidió no prestar declaración. El fiscal explicó su situación comprometida.
En el expediente están las testimoniales y elementos de prueba donde se demuestra que el imputado tenía la intención de deshacerse del menor y que una vez acontecidos los hechos, confesó su autoría a otra persona.
Se conoció entonces que el cianuro de potasio , el tóxico utilizado, es de venta libre y lo proveen laboratorios para tareas vinculadas a la minería y limpieza de metales.
El caso está ya elevado a juicio a la espera del debate oral y público.