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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Ana de Anquín: “Es muy difícil evaluar la educación sin tener en cuenta los contextos”

La pedagoga Ana de Anquín, una defensora acérrima de la educación pública, recibió amablemente a El Tribuno en el comedor de su departamento, donde conversó largo y tendido sobre diversos temas educativos que este año acontecieron en Salta y el país.
Jueves, 28 de diciembre de 2017 11:20
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Siempre se habla de calidad educativa. ¿Qué es la calidad educativa y realmente es posible alcanzarla?
El término de calidad educativa viene con el auge de las políticas neoliberales en educación y asociado a la evaluación. En la década del 60, 70, cuando va cambiando el discurso educativo con relación al político y económico, tratando de medir cómo son los procesos y los resultados. Se busca medir la calidad para saber si la inversión del Estado en educar a los ciudadanos realmente está a tono con las exigencias de la época. En ese sentido, no es una medida inalterable la calidad, va ir cambiando con las exigencias que una determinada época o sociedad tiene.

¿Cómo ve la educativa pública en la Argentina, con respecto a Latinoamérica?

En la distribución de poder en el mundo, nosotros (Latinoamérica) vamos a ser dependientes de los criterios de calidad y evaluación que los países desarrollados fijan. Es muy difícil evaluar la educación sin tener en cuenta los contextos donde esos procesos educativos se realizan y es lo que está pasando hoy. 
Se diseñan pruebas de la calidad en la comunidad europea, que hoy tiene mucho prestigio, y con esos parámetros se viene a otros países de sociedades y economías bien diferentes y se trata de comparar cómo son esos logros educativos. Formo parte de la Sociedad Iberoamericana de Educación Comparada y desde que me inicié en educación me ha interesado este tema. Es importante comparar cómo están estos logros en todo el mundo, pero no es directamente comparable en la educación. Nuestro sistema educativo no tiene nada que envidiarle al de los países más desarrollados siendo que somos pobres, no tenemos el nivel de vida que ellos tienen.

¿Cree que se tienen que hacer cambios?, ¿cuáles?

Sí, por supuesto. Toda la tecnología de la información obliga a que hagamos cambios fundamentales en educación, pero una de las características de los sistemas educativos es que son lentos en sus cambios y hay que volver a diseñar una educación con esta posibilidad que te dan las tecnologías de la información, donde vos ves que hay un desfasaje entre lo que los niños y jóvenes manejan y lo que los docentes son capaces de hacer. Hay que aprovechar lo que la época nos brinda, es inédito. El tema es que esto no llega igual a toda la población. 


Hay especialistas que sostienen que hoy la escuela enseña a que aprender es a veces recordar cosas que no entendemos del todo. ¿Usted qué piensa?

Hay una parte del conocimiento que incluye el saber como capital cultural de una sociedad y sería importante preservarlo. Quizá la discusión sea cuáles son las formas en que ese conocimiento que es digno se transmita y sea aprehendido. Por un tiempo muchos especialistas estuvieron en contra de la memorización. Hoy estamos en otro momento en el que pensamos que también la memoria tiene su importancia y parte en el aprendizaje. Siempre apostaríamos más al razonamiento, a la capacidad de establecer relaciones, a que los niños y jóvenes puedan darse cuenta cómo se elabora ese conocimiento, que puedan ellos mismos replicar los procesos de investigación en cada una de las áreas.

De acuerdo a los resultados de la prueba Aprender hay una enorme brecha entre la educación pública y privada. ¿Qué análisis hace?
 
No hay escuelas privadas en las zonas rurales, las privadas están en las ciudades y corresponden a los sectores sociales más favorecidos. Los alumnos de las escuelas privadas tienen acceso a otras posibilidades que los de la pública no tienen. No se puede hacer una prueba que no tenga en cuenta las diferencias, las condiciones en la situación y en el contexto donde se desarrolla la educación. Puede ser que el mismo docente trabaje en la privada y en la pública, pero va a tener recursos totalmente diferentes. Ha habido una transformación cuando la educación pasó a ser un bien de mercado, es un negocio. Desde el 95 hasta ahora aumentó el número de instituciones privadas; hay un interesado desprestigio de la educación pública y tiene que ver con el aumento de la desigualdad. La diferencia en los resultados se podía prever. 

¿Cómo se hace para enseñar en un país con 30 millones de pobres?

Los alumnos aprenden, los docentes enseñan en contextos de pobreza con iguales vicisitudes que en otros contextos. En este momento define mucho la tecnología de la información, la posibilidad de acceder a todos los recursos que te brinda la informática y eso no siempre llega a los contextos de pobreza. Los valores más importantes tienen que ver con la motivación, la disposición para aprender, para transmitir.

En Buenos Aires impulsan la universidad para docentes. En Salta, el próximo año se abriría uno de los cuatro institutos modelos del país. Para los profesores y gremios esto implicaría el cierre de institutos... ¿usted cómo lo ve?, ¿la formación inicial necesita este giro?

Cada vez que hay unos resultados como estos de la prueba Aprender que son bastantes negativos enseguida se piensa que los docentes no han enseñado bien. Entonces, se interroga cómo es la formación de esos docentes. Pero sabemos que no es el docente el único factor que está incidiendo para bien o mal en los resultados de la prueba; toda la administración del sistema educativo es corresponsable por la falta de logística que tienen las escuelas públicas y eso no se evalúa. Quizás hay que revisar la formación de los docentes, pero tampoco como un subsistema separado del resto, porque con las desigualdades y con el empobrecimiento bajaron los estándares, los rendimientos tanto de la primaria como secundaria. Tenemos un sistema educativo muy poblado y pocos docentes con relación a los alumnos. El grupo ideal sería 12, 18, 20 alumnos. Eso es diferente en Europa y otros países. 
Hay muchos aspectos que no dependen de la capacidad del docente, sino de las condiciones del trabajo, me refiero al acceso a internet, a computadoras. Podemos cambiar la formación, pero no va a mejorar si no mejoramos las condiciones.

Como formadora de formadores, ¿cómo ve la evaluación a docentes?
El docente es un promotor de aprendizajes. Es muy difícil observar la capacidad que tiene de enseñar, si le vamos a hacer una prueba de contenidos y no sabemos cómo va a ser su clase. 

A modo de balance, de acuerdo a su mirada, que fue lo positivo y lo negativo en la educación salteña este año...

En la educación de Salta, el gran cambio se dio ahora a fin de año con la educación religiosa. Yo soy partidaria de la educación laica, con gran respeto a las diferentes religiones, me parece bien que cada familia aliente sus creencias religiosas y que esto forme parte de opciones, como decidieron las autoridades. Sería interesante preguntarnos si otras áreas del curriculum podrían ser más apoyadas y que tengan mayor desarrollo para el año que viene. Por lo general se privilegia, lengua, matemática, ciencias sociales y naturales, y quedan en segundo lugar muchos otros conocimientos que son también habilidades y propuestas de desarrollo personal como es la artística, el deporte, por ejemplo. En cualquier escuela primaria o secundaria a veces avanza el año y no hay docentes para estas áreas. Para mi esta es una debilidad de la educación en Salta y tengo la esperanza de que se vaya fortaleciendo.
Lo negativo son las condiciones de trabajo en que funcionan la mayoría de las instituciones educativas en Salta capital y mucho más en el interior. Es negativo que no se invierta todos los años en mantenimiento del edificio y del mobiliario escolar. No se puede improvisar en eso.

Hay informes que señalan que la graduación es baja y la deserción alta en las universidades...

Argentina es uno de los pocos países del mundo que tiene una universidad gratuita, sin pruebas de ingreso. En esto de valorar nuestra educación los jóvenes tienen que saber que no tendrían en otros países más desarrollados económicamente la oportunidad que les brinda el sistema educativo argentino. Estoy orgullosa del sistema universitario y considero que la experiencia de transitar la universidad es importante para todas las personas más allá de si lograron titularse o no. Por supuesto que todos queremos terminar en este nivel calificado, pero la medición del ingreso y del egreso tiene que ver con las condiciones de vida de estos jóvenes. Tenemos un estudiantado que se va haciendo grande y demorándose en el estudio porque trabaja, es padre, madre, tiene obligaciones, cargas familiares. No es el modelo de estudiante que se representa en el mundo. 

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