En solo tres meses el Gobierno provincial llegó al límite de su posibilidad de endeudamiento para gastos corrientes. Según consta en registros de la Comisión Nacional de Valores (CNV), el 28 de abril pasado se emitió la tercera serie de letras del Tesoro por $551 millones y, de esa manera, se agotaron los $1.965 millones que establece el presupuesto provincial como tope para ese tipo de operaciones durante 2017.
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En solo tres meses el Gobierno provincial llegó al límite de su posibilidad de endeudamiento para gastos corrientes. Según consta en registros de la Comisión Nacional de Valores (CNV), el 28 de abril pasado se emitió la tercera serie de letras del Tesoro por $551 millones y, de esa manera, se agotaron los $1.965 millones que establece el presupuesto provincial como tope para ese tipo de operaciones durante 2017.
La colocación del crédito fue aprobada con la resolución N§ 56 del Ministerio de Hacienda y Finanzas, con fecha del 24 de abril, y se publicó ayer en el Boletín Oficial.
La nueva deuda se deberá pagar a los acreedores con un interés anual del 23,2% el 27 de julio próximo. De acuerdo a los datos de la CNV a los que accedió El Tribuno, hubo 41 ofertas por esas letras.
La primera emisión de títulos públicos del año se concretó el 24 de febrero por $563 millones y la segunda, el 30 de marzo, por más de $850 millones.
Todas las operatorias se liquidan en tres meses desde las emisiones y el agente financiero es el banco Macro. En los dos primeros casos la tasa de interés fue del 22%.
La ley de contabilidad permite al Gobierno utilizar los créditos a corto plazo para cubrir déficits estacionarios de caja y destinarlos a gastos corrientes, es decir, principalmente al pago de servicios y de los salarios de empleados públicos.
El artículo 67 de la norma provincial establece que la deuda con letras del Tesoro podrá llegar "hasta el monto que fije anualmente la respectiva ley de presupuesto". Para este año, ese techo es el 5% de los ingresos corrientes previstos ($1.965.240.349).
Los límites de ese artículo fueron vulnerados el año pasado, cuando la emisión se excedió en casi $1.300 millones.
A lo largo de 2016, la Provincia emitió diez series de títulos públicos por más de $2.700 millones (con tasas que llegaron el 37%), pero el límite presupuestario para créditos cortos era de $1.445 millones.
Deuda improductiva
Al no estar configurado como deuda pública, el Ejecutivo no tiene la obligación de utilizar los recursos que obtiene con la colación de letras en proyectos de infraestructura, como sí se estableció con los bonos colocados para el Fondo de Reparación Histórica, por 185 millones de dólares, y para el Plan Bicentenario, de $350 millones de dólares.
En lo que va de este año, Salta es una de las cinco provincias del país que utilizó el recurso de la emisión de Letras para lograr tapar agujeros financieros.
La adquisición de esos bonos es una de las opciones a la que más recurren los inversores privados en los últimos tiempos y una solución rápida, aunque perjudicial, para las administraciones provinciales que pretenden obtener fondos de manera inmediata.
La Nación, en tanto, colocó a fines de marzo 1.750 millones de dólares en esos títulos públicos (Letes) y el 28 de abril, dispuso de otros US$800 millones.
Con la emisión de US$37 millones en créditos cortos, el Gobierno central duplicó el año pasado las operaciones que se hicieron en 2015 a través del Tesoro.